La jueza federal con competencia electoral María Romilda Servini de Cubría se metió de lleno en la pelea entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde: declaró la nulidad de la convocatoria al Congreso Nacional Justicialista del próximo martes que había hecho el duhaldismo con el objetivo de modificar la integración de la Junta Electoral y terminar así con el dominio menemista en ese órgano encargado de la organización y fiscalización de las internas partidarias. La magistrada ya había intercedido en la interna peronista hace un par de semanas, cuando dejó sin efecto el llamado a las primarias abiertas y simultáneas para el próximo 15 de diciembre formulado por el Gobierno. Sea por convicción o por razones inspiradas en el derecho, Servini de Cubría jugó en ambas ocasiones a favor de Menem.
La suspensión de la convocatoria al Congreso Nacional Justicialista impulsado por el duhaldismo era reclamada por los menemistas, quienes recurrieron a Servini a fin de que dictara una medida cautelar que impidiera su realización. Básicamente, lo que argumentó el menemismo para fundamentar su petición fue la supuesta falta de facultades de la denominada “mesa chica” del Congreso para concretar la convocatoria y la jueza le dio la razón.
“Las decisiones adoptadas por un órgano que carece de atribuciones funcionales para ello devienen insanablemente nulas”, precisó la jueza y dejó así sin efecto la convocatoria al Congreso que días atrás firmaron José Manuel de la Sota, Jorge Busti, Carlos Juárez, Carlos Reutemann y el propio Duhalde.
El papel de Servini en la pelea entre Menem y Duhalde no quedó ahí. Horas después de conocida su decisión, los duhaldistas anunciaron igualmente su determinación de realizar el Congreso, no ya con el carácter extraordinario con que había sido convocado, sino como la continuidad del que pasó a cuarto intermedio el 10 de noviembre de 2001.
Enterados de la jugada del duhaldismo para evitar la suspensión impuesta por Servini, los menemistas volvieron nuevamente a su despacho e impugnaron la nueva convocatoria. La respuesta duhaldista no se hizo esperar: el apoderado de ese sector, Jorge Landau, también se presentó ante la jueza con un escrito en el que solicitó que se diera por válida la reanudación del Congreso interrumpido hace un año en Lanús.
Frente a la nueva controversia, Servini dictó por la tarde una breve resolución en la que sostuvo que “atento las contradicciones surgidas entre los dos apoderados” y hasta tanto la Cámara Nacional Electoral no se expida sobre la validez del Congreso de Lanús y las atribuciones que la misma magistrada otorgó a ese órgano y al Consejo Nacional del PJ –en manos de Menem– se abstendrá de adoptar nuevas decisiones en torno de la convocatoria del próximo martes.
Llegado el momento será efectivamente la Cámara la que defina la cuestión. En Tribunales recordaban ayer que el parecer de ese tribunal es en general que la Justicia debe intervenir lo menos posible en los problemas políticos. La Cámara todavía no tiene siquiera –aún está en curso la apelación del Gobierno– las actuaciones de Servini en el expediente en el que ordenó la suspensión de las internas abiertas. Según adelantan los que están al tanto de sus opiniones, los camaristas revocarán la decisión de la jueza y reestablecerán las internas abiertas aunque con otro cronograma electoral frente a la imposibilidad de cumplir con la fecha prevista del 15 de diciembre.