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Desde Santa Fe
El Tribunal Oral Federal que juzga a seis represores santafesinos, entre ellos el ex juez Víctor Brusa y cinco policías, realizó ayer el primer reconocimiento judicial a la comisaría 1ª, que nunca antes había sido recorrida por magistrados y fiscales, a pesar de que está en pleno microcentro de la ciudad y es denunciada desde hace treinta años como centro de detención de la dictadura. “La Primera funcionaba como un campo de concentración y torturas”, dijo Patricia Isasa, una de las víctimas que identificó los lugares donde fue sometida a tormentos y vejámenes cuando tenía 16 años. En la recorrida también participó otro testigo en el juicio, Mario Millán Medina. “Los lugares están casi igual”, afirmó Isasa que pudo ver a otras secuestradas. El tribunal prevé realizar nuevas inspecciones en otros centros clandestinos de detención.
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