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Los dirigentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) se mostraron en contra de la convocatoria al cacerolazo. Los ex moyanistas advirtieron que su espacio “no permanecerá neutral ni indiferente frente a cualquier aventura desestabilizadora”. Calificaron la movilización como una “perseverante actitud desestabilizadora de sectores minoritarios de nuestra sociedad” y la vincularon con “intereses personales, corporativos, especulaciones políticas e infantilismos ideológicos”. Desde el sector, que responde a Omar Viviani (taxistas), dijeron que la marcha “tiene como objetivo estratégico quebrar el rumbo del gobierno nacional, revalidado recientemente por una contundente mayoría ciudadana”, y además “crear las condiciones para provocar un golpe institucional”.
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