Claudio Lozano ingresó a la Cámara de Diputados compartiendo las listas que en la ciudad encabezó Aníbal Ibarra. Sin embargo, su principal impronta es la de ser uno de los referentes en temas económicos de la CTA. A diferencia de otros diputados afines, Lozano exhibe una cuota de independencia respecto del gobierno. En la discusión por el Presupuesto y la delegación de facultades es un fuerte crítico. “Este es un Presupuesto dibujado”, dice.
–¿Está de acuerdo con delegar facultades legislativas en el Ejecutivo?
–Es erróneo pensar que concentrando las funciones y las responsabilidades en el Ejecutivo, se puede resolver mejor la crisis. Este argumento fue destruido por la realidad. Alfonsín lo esgrimió luego de la derrota electoral de 1987. Fue repetido largamente durante la década menemista y también por la Alianza, cuando reclamó los superpoderes para Domingo Cavallo.
–¿Por qué se repite entonces?
–Hay una tesis implícita en la que se supone que el Ejecutivo está en condiciones de ser expeditivo y que el Parlamento es un obstáculo. Hasta el momento, el Congreso se ha limitado a protocolizar todos los escritos enviados por el Gobierno. Lo equivocado es pensar que repetir la misma receta producirá resultados diferentes.
–¿Por qué está en contra de los denominados superpoderes?
–Si uno sabe que la mayor existencia de recursos, son puestos en cuestión por aquellos pagos más grandes a los acreedores externos o bien por los que piden más subsidios, concentrar la decisión futura en una sola lapicera, la del Gobierno, es debilitarlo. Este año el pedido de poderes está por encima de los reclamados históricamente. Hasta se piden facultades para modificar el resultado del Presupuesto.
–¿Cómo es eso?
–El jefe de Gabinete podría modificar el resultado final del Presupuesto. Piden facultades sin la restricción de sujetarse a la Ley de Administración Financiera. Tampoco se sujeta a la Ley de Responsabilidad Fiscal, algo que se votó para las provincias y con lo que yo no estoy de acuerdo, ya que es una aberración. Pero, bueno, fue pedida por el gobierno. Esto se suma al deterioro constitucional.
–Justamente, la oposición suele poner el acento en el deterioro constitucional. ¿Cuánto tiene esto de frase hecha?
–No se dice que le están quitando al Parlamento su protagonismo en el tema. La pauta de crecimiento es falsa, los recursos están subestimados. Es un Presupuesto dibujado. Es un Presupuesto para hacer caja en un año electoral. Además, es un presupuesto conservador que mantiene el injusto esquema impositivo.
RAFAEL GONZALEZ
“Se hace más ruido que otra cosa”
Rafael González es un diputado del oficialismo por Chaco. Su experiencia en temas económicos, lo llevó a ser ministro de Economía en Chaco, en Tierra del Fuego y en Corrientes. Actualmente comparte sus tareas legislativas con las políticas, ya que es el interventor del peronismo en Santiago del Estero. Defiende la delegación de facultades y sostiene que “el Presupuesto 2005 es lo posible”. La frase subraya que no contiene propuestas alocadas.
–¿Por qué los diputados tendrían que ceder facultades en el Ejecutivo?
–En este tema se hace más ruido que otra cosa. Las previsiones que tiene el Presupuesto otorgando facultades para que el PEN pueda hacer reasignaciones de partidas, son las habituales que tuvieron otros gobiernos. Si se fija bien, verá qué facultades similares son hoy atribuciones de varias administraciones provinciales. Soy partidario de concederlas.
–¿Por qué?
–Porque los presupuestos son presuposiciones. Durante la ejecución siempre surgen nuevas necesidades. Nuestro país todavía padece serias dificultades económicas. A pesar de haber tomado el gobierno en las peores condiciones, con mucho esfuerzo, venimos sacando adelante la situación. No veo cuál es la causa para negarlas. Si los demás bloques tuvieran la intención de consensuar el tema, podríamos llegar a una definición posible. Ahora si lo que se pretende es forzar al peronismo, se equivocan ya que la representación parlamentaria nos es favorable.
–¿Por qué lo dice?
–Porque tanto Elisa Carrió como Ricardo López Murphy cumplen con la tradición política de hacer oposición y cuestionar todo. No lo califico, simplemente lo señalo. Aquí se trata de saber si uno está dispuesto o no, a acompañar este proceso de cambio. Yo sé que soy un diputado oficialista. Nuestra primera misión es respaldar al gobierno. Así le damos credibilidad al sistema. Si se mira en detalle, se verá que el Ejecutivo no ha ocupado mal esas atribuciones delegadas.
–Muchos diputados de la oposición dicen que algunas decisiones, como por ejemplo, el aumento para los jubilados o los estatales, ellos las hubieran votado. ¿Por qué insistir entonces?
–El año pasado hubo un aumento de la recaudación y del superávit fiscal. El Ejecutivo tuvo las herramientas para resolver el retraso de salarios. Sumar las voluntades de los legisladores lleva su tiempo. No sólo en este Parlamento sino en todos los del mundo. No hay que ponerse colorado por esto. Además, en el país funcionan todos los organismos de control.
–¿Cómo define al Presupuesto 2005?
–Lo veo como un Presupuesto posible que sigue la evolución de la economía argentina. No hay hipótesis alocadas. Cada argentino es un ministro de Economía en potencia, por eso, algunos dicen que los recursos están subestimados. Bueno, ésta es la estimación del Gobierno.
EDUARDO MACALUSE.
“Dañino para la República”
Eduardo Macaluse es el titular de la bancada del ARI en Diputados. “Nunca estuvimos de acuerdo con la delegación de facultades en el Ejecutivo”, dice a la hora de hablar de los llamados superpoderes. También critica los cálculos de gastos y de los ingresos. Fiel a su origen de gremialista de Suteba, reclama mayores recursos para la Educación.
–¿Por qué está en contra de la delegación de facultades?
–Porque la Constitución lo impide. Porque el Congreso tiene que reasumir sus propias potestades. También, no queremos que en el país pase lo que pasó en Santa Cruz, que todavía no saben dónde está el dinero de las regalías petroleras. Además de los superpoderes, en el tema presupuestario se están subestimado los ingresos y sobreestimando los gastos para crear un excedente con el que el Ejecutivo decidirá su destino. El Congreso está discutiendo un plano, pero la construcción final de la casa será totalmente distinta.
–¿Se refiere a la reasignación de partidas presupuestarias?
–Con la reasignación y con la creación de excedentes artificiales. El objetivo es esquivar la decisión del Congreso. Este año cerca de 10 mil millones de pesos se usaron de esta manera y sin la decisión del Parlamento.
–El oficialismo dice que estas atribuciones no son distintas a las aprobadas desde el ‘97 a la fecha.
–Nosotros nunca estuvimos de acuerdo en estas delegaciones. Creemos que esto es dañino para la República.
–¿Qué uso tendrían los fondos conseguidos por ese excedente?
–El decreto 917 de este año, por ejemplo, contempla reasignaciones de partidas en las que se utiliza ese excedente. El Ejecutivo destinó 45 millones a publicidad. Si esto lo hicieron en un año sin elecciones, se imagina lo que son capaces de hacer en el 2005, que hay comicios de renovación parlamentaria.
–¿Cómo definiría el Presupuesto?
–El Presupuesto responde a la matriz de acumulación económica de los ‘90. Hay un superávit fiscal, destinado al pago de la deuda externa, como no lo hubo anteriormente. No se modifica el sistema tributario, el más regresivo de toda América latina. Se daña a todos aquellos que tienen ingresos fijos. Consideramos que esto puede llevar a un amesetamiento económico, sumado a que es injusto con los más desprotegidos. El presupuesto educativo es exiguo, representa el 1 por ciento del PBI. Junto con el presupuesto consolidado de las provincias para Educación, no se llega al 3 por ciento. Estamos hablando de un 2,8 por ciento, cuando la Unesco recomienda que se destine el 3,5 o el 4 por ciento del PBI. Estamos en un ciclo expansivo, con un excedente fiscal enorme y no se explica por qué no se asignan más recursos para Educación.