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Espectáculos|Miércoles, 6 de febrero de 2002
CARLOS MEGLIA HABLA DEL PLAGIO DE “DARK ANGEL” A “CYBERSIX”

“Cameron siempre roba las ideas”

El dibujante lleva adelante un juicio contra el director de “Titanic” y la cadena Fox, sustentado en una enorme cantidad de “coincidencias” entre su criatura y la serie estadounidense.

Por Pablo Plotkin
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Meglia comenzó a publicar “Cybersix” en Europa en 1990.
“Dark angel”, de 1999, tiene al menos cincuenta similitudes.
No hay que ser demasiado perspicaz para notar las similitudes existentes entre el comic “Cybersix” (de los argentinos Carlos Trillo y Carlos Meglia) y la serie televisiva “Dark Angel”, de James Cameron y Charles Eglee. En concreto: exceptuando rasgos formales como nombres, particularidades geográficas y vaivenes de la trama, Cybersix y Max “Dark Angel” Guevara son la misma persona. O el mismo personaje. Mujeres inquietantes descarriadas de una partida de experimentación genética, creadas por científicos megalómanos (en un caso nazi, en el otro del ejército estadounidense), tatuadas con un número de serie, fugadas a los 9 años del laboratorio en que fueron concebidas para llevar una vida en las sombras y las alturas de grandes metrópolis. Las dos llevan una doble vida, las dos son perseguidas por sus doctores Frankenstein, las dos se alían a reporteros idealistas con los que terminarán teniendo un romance. “Sin exagerar, en los dos primeros capítulos de ‘Dark Angel’ hay unos setenta puntos de coincidencia”, le dice a Página/12 Meglia, que alumbró a “Cybersix” en 1989, ocho años antes de que Cameron creara al ángel oscuro. Es por eso que el dibujante y el guionista Trillo iniciaron una demanda por plagio contra el director de Titanic y la cadena televisiva Fox.
La revista de Internet Dimensión Cero señaló cincuenta similitudes entre un producto y otro, más un bonus track que se plantea como un pequeño juego de ingenio, una sugerencia mucho más sutil que las poco elegantes coincidencias de guión: el apellido de Max, la hermosa rebelde futurista, es... Guevara (¿hace falta aclarar que se trata del rebelde más famoso de la patria de los autores de “Cybersix”?). Claro que los argumentos legales son mucho más contundentes. “Nuestra abogada mandó una carta a la Fox hablándoles de plagio”, cuenta Meglia. “Los de la Fox, muy astutos, derivaron el problema a sus abogados de Buenos Aires. Y ellos llegaron a la conclusión de que teníamos razón. Entonces la Fox apretó a Cameron, que decía que no había plagio. Ahora llevamos la demanda a Estados Unidos”.
El asunto se vuelve mucho más complejo (y a la vez más cristalino) cuando se repasa el sinuoso camino de la heroína de Trillo y Meglia. “Cybersix” comenzó a publicarse a principios de los 90 en la revista italiana Skorpio. Ya era un producto de culto en toda Europa cuando, en 1996, Telefé decidió llevarla a una olvidable serie televisiva protagonizada por Carolina Peleritti. “Esa serie me hizo pelota, porque estaba mal hecha. No habían entendido al personaje”, recuerda el dibujante. Pero la desgracia trocó en golpe de suerte. Un ejecutivo japonés de paso por Buenos Aires vio un episodio y, según Meglia, pensó algo así como: “Esto es una mierda, pero la idea es buena”. Así es como la compañía nipona TMS y la empresa canadiense NOA (Network of Animation) coprodujeron la primera miniserie animada de “Cybersix”, un animé de calidad que sacó al personaje de la categoría de culto para convertirlo en un éxito en Europa, Japón y Canadá. Entonces la Fox compró los derechos para transmitir el programa en Estados Unidos y el resto del continente, pero la manera en que fue lanzada resulta cuanto menos sugerente. “Se estrenó los sábados a las 7 de la mañana, sin repetición alguna”, repasa Meglia. “Y en la misma semana apareció ‘Dark Angel’, en horario central. Es obvio: la compraron para que no la comprara otra cadena, y después la fondearon.”
“En realidad ‘Cybersix’ llegó a Estados Unidos y apenas llegó la robaron”, resume el dibujante. “Así de simple. Los japoneses y los canadienses habían llevado un piloto a la Fox. La Fox dijo que no estaba interesada y un año y medio después apareció ‘Dark Angel’. Cameron dice que empezó a escribirla en el ‘97; lo que no sabe es que “Cybersix” empezó como historieta en el ‘89, y se empezó a publicar en el ‘90”. Meglia señala que no es la primera vez que Cameron se inspira en obras ajenas para redondear éxitos propios. “Terminator está robado de El soldado del futuro, un viejo capítulo de ‘La dimensión desconocida’. El autor le hizojuicio y ganó. Y Titanic está robada de una película europea muy mala, sólo que la pobre era la chica”.
Mientras se pone en marcha el juicio, Meglia trabaja para las editoriales de comic más prestigiosas de Estados Unidos: DC, Dark Horse. En estos días se dedica a dibujar a Superman y Tarzán, y a fin de mes se mudará a Barcelona. Con la industria argentina de las viñetas casi desaparecida, trabaja exclusivamente para revistas del extranjero, donde su estilo –fogueado, en buena medida, en sus primeros trabajos para la factoría de animación Hanna Barbera– es reconocido como uno de los más influyentes de la historieta actual. “En estos momentos, lo que yo hago es traer cosas del pasado”, revela Meglia, como restándole importancia al asunto. “En Estados Unidos pasó una cosa bastante extraña. Parecería que el comic llevara sólo veinte años de existencia, porque de ahí para atrás no conocen a nadie. Incluso los editores. Les hablo de los pilares de la historieta estadounidense y me preguntan quiénes son. Eso me da una ventaja: les llama la atención mi forma de narrar, que no es otra que la del comic americano clásico. Ellos lo perdieron, pero les encanta”.

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