Después del reinado de Amalia Rodrigues, una nueva generación de cantantes de fado está dando nuevo impulso al género. Esa música cuyo nombre se refiere al destino (fatum, en latín) y cuyo sonido remite al puerto de Lisboa, tiene, en Mafalda Arnauth, a una de sus mejores cultoras. Y ella llegó a Buenos Aires para actuar hoy a la noche, por única vez, como parte de la celebración del Día de Portugal. Organizado por la embajada de ese país (Instituto Camoes-ICEP) y en coproducción con la Secretaría de Cultura del Gobierno de la Ciudad, ella actuará en el Teatro Presidente Alvear (Corrientes 1659), dentro del ciclo Discos Vivos, destinado a la promoción de sellos discográficos, donde presentará su álbum Encantamento, editado por EMI. Nacida en Lisboa en 1974, a los 24 años inició su carrera con un disco que llevaba su nombre y que recibió el Premio Revelación del semanario Blitz. Allí había varias composiciones propias y ya se delineaba un estilo en el que se mezclan la tradición y la modernidad. En esta ocasión actuará acompañada por Paulo Parreira en guitarra portuguesa, Carlos García en guitarra y Fernando Costa en guitarra baja. Junto a ellos estará, como invitado, el bandoneonista Horacio Romo.