No todos los medios de comunicación comprenden por igual el sentimiento de los artistas frente al bombardeo masivo de Irak. Desde hace varios días, los tabloides estadounidenses llaman ardientemente a un boicot contra todos los actores y actrices que enarbolan una posición crítica. El más virulento en sus ataques es el neoyorquino New York Post, que esta semana publicó una serie de fotos que incluyó a Laurence Fishburne, Tim Robbins, Susan Sarandon, Sean Penn, Danny Glover y los hermanos Martin y Charlie Sheen, bajo una leyenda por demás explícita: “No ayude a estos amantes de Saddam”. La teoría del diario es que “estas estrellas se oponen a la liberación de Irak del asesino de masas Saddam Hussein y sus acólitos”, y por ello está llamando al público a ignorar toda película o programa televisivo en el que participen, como Mystic river (donde actúa Penn), Good fences (Glover) o la miniserie televisiva “Children of the dune”, donde trabaja Sarandon, una de las presentadoras del Oscar que más nerviosos pone a los productores. La maniobra de los diarios sensacionalistas no sólo alcanza a los personajes de Hollywood: el Post también incluyó en su campaña a Jackson Browne, Sheryl Crow y los metaleros Limp Bizkit, dando un completo cronograma de las ciudades por las que pasarán sus respectivas giras.