El pensamiento vivo de María Gabriela Epumer, extraído de sus entrevistas con Página/12
- “No me da vergüenza pensar en lo que hacíamos con Viuda e Hijas, aunque sé muy bien que no lo volvería a hacer. A veces viene Mavi y por ahí nos juntamos a tocar, pero para divertirnos nomás. No sé, era rara esa época. Había un prejuicio sobre nosotras, pero no éramos un grupo de rock, éramos un grupo para la familia. Y cuatro mujeres de personalidad muy fuerte. Era difícil bancárselo. Igual sabía que era todo efímero. Quizá hasta no llegué a disfrutarlo, porque sabía perfectamente que era un momento.”
- “Las Viudas fuimos y somos la banda que no hubo. Lamentablemente nos bajaron las guardias, nos pudieron. Alguna gente no nos quería porque somos mujeres, tocamos, vendimos doscientos mil discos y llenamos el Luna Park.”
- “Después de varios años encontré un equilibrio de comunicación con Charly. Al principio, cuando no lo conocía, me hacía mala sangre. Eso de ‘la entrada es gratis, la salida vemos’, es así con todo. A él le gusta hacer pensar que todo es caos, todo mal, y en realidad es un caos controlado. Tiene sus días, claro, pero tiene buena onda conmigo.”
- “Las propuestas de las compañías son bastante terribles, te dicen ‘tengo una idea para hacer un disco’, y es una desgracia. En las compañías grandes hace falta un desarrollo de artistas o de proyectos... y de estética. Mientras tanto, los grupos tienen que trabajar de manera independiente. De cualquier manera, eso no está mal, porque graban sin una premisa de la compañía.”
- “Mis discos solistas son complicados de conseguir: cada uno fue distribuido de formas extrañas, y encima, después ninguno se volvió a fabricar.”
- “A mí me encanta el pop, al menos lo que nosotros llamamos pop, porque en otros países suena a algo feo, como Ricky Martin o algo así. Acá tiene otro significado. Creo que está tomando su lugar de nuevo, porque en los ‘80 tuvo un lugar y ahora, de a poco, enmascarado en lo electrónico u otros estilos, está tomando otro peso. Pero a mí no me gusta atarme del todo a estilos, ni al rock ni al pop. Es la música, la fusión, lo que cada artista puede tomar para evolucionar y crecer.”
- “Hacer la clínica con Robert Fripp (Nota: en un viejo convento de la localidad bonaerense de Gándara) me hizo bien después de la seguidilla del Opera con Charly (La hija de la lágrima), había quedado un poco gastada. En la clínica con Fripp me levantaba a las seis de la mañana y todo eso... Creo que lo que se hace ahí, rinde en el medio del campo, sin ruido de colectivos ni vecinos gritando. Pero tenía ganas de ver qué era, y él es una persona muy interesante. Hay gente que se pone muy obsesiva y lo sigue en todo, con una devoción que ya hincha las pelotas. Dice ay y todos se ríen... Fripp está más allá de todo eso.”
- “Las chicas y los chicos deben hacerse un lugar. No pasa por ser hombre o mujer: hay que tener una buena parada y hacerlo. Como mujer es un poquito más difícil, pero la verdad es que yo... no sé, quizá tuve suerte, pero nunca sentí discriminación.”