- La “carpa VIP” del festival tuvo un desfile de celebridades que de alguna manera se pueden relacionar con el “rock”: modelos, caras de la TV, músicos, personajes de la actualidad. En un momento se cruzaron entre bandejitas de sushi y bebidas gaseosas (o agua, nada de cerveza) Carolina “Pampita” Ardohain, Gustavo Cerati, noteros de programas de chimentos, Dolores Trull, Deborah de Corral, Dante Spinetta, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández, Florencia Macri y el ex futbolista Fernando Pandolfi.
- El pequeño show de Daniel Melingo, promocional de un nuevo sello en otra carpa destinada a invitados y prensa, cobró un giro de comedia cuando el ahora cantor de tangos (estrella pop con Los Abuelos de la Nada y Los Twist en los ‘80) decidió tomar un descanso y dejar sola a su orquesta sobre el pequeño escenario. Melingo fumaba sentado en un sillón y su grupo tocaba tangos, pero el show de Divididos era cada vez más inminente. Entonces alguien debió avisarle de la contingencia al músico, quien volvió a cantar casi de apuro. Afuera ya se oía el rugido de la multitud que saludaba el ingreso de Divididos al escenario.
- La queja pública de Marcelo Moura sobre la negativa de la producción del festival para que Virus pudiera presentarse con su puesta en escena, resultó el más notorio contratiempo (junto a los problemas de sonido, el primer día sobre todo, y la impuntualidad de las actuaciones) en la coordinación y organización de un multishow de esta clase. El domingo, si bien los horarios no se cumplieron expresamente, los problemas parecieron haber quedado atrás.