Formado en 1978 en Dublin, Irlanda, U2 entró en su tercera década de actividad con sus valores intactos. Paul “Bono” Hewson, Dave “The Edge” Evans, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. atravesaron infinidad de instancias y desafíos, logrando mantener, aun en ciertos momentos dudosos, su credibilidad y potencia artística. En los ’80, el grupo fue edificando su leyenda en base a los discos Boy (1980), October (1981), War (1983), Under a blood red sky (1983), The unforgettable fire (1984), Wide awake in America (1985), el multiplatino The Joshua Tree (1987) y Rattle and hum (1988). Inevitablemente contaminado por la historia de Irlanda y su revulsiva situación social, política y religiosa, a medida que el grupo se hacía más y más grande debió soportar críticas que apuntaban a su grandilocuencia, su afán de compromiso social y hasta ciertas acusaciones de mesianismo dirigidas al cantante. En los ’90, el grupo se reformuló a partir de Achtung baby (1991), considerado de manera casi unánime como un piedra libre a la nueva década, una criteriosa mixtura entre su esencia rockera y el uso de nuevas tecnologías. Zooropa (1993) y Pop (1997) cerraron su capítulo noventista, caracterizado por las largas pausas entre discos y las ambiciosas puestas en escena para la ruta: en 1998 Argentina tuvo la oportunidad de apreciar el gigantismo del Pop Mart Tour en River, con su impactante pantalla y el limón espejado del cual la banda salía al final del show. En el nuevo siglo, el cuarteto se decidió por un regreso a cierto sonido clásico con All that you can’t leave behind (2000), ante todo una colección de canciones que demostraron que la antena de componer bellas melodías seguía bien orientada.