Marisela Guadalupe Gómez había nacido hace diez meses en un hogar de clase media baja de la localidad de Gobernador Virasoro, en Corrientes. Su padre, sargento de la policía provincial, contaba con obra social y cobertura médica. Sin embargo, el 15 de enero, la pequeña ingresó en el hospital pediátrico de la capital provincial Juan Pablo II, con un cuadro agudo de desnutrición que, sumado a una gastroenteritis, ayer la llevó a la muerte. Con ella ya son tres los casos de chicos fallecidos por complicaciones relacionadas con la falta de alimentación en poco más de una semana en la provincia yerbatera. Las otras dos víctimas habían sido la pequeña Verónica del Carmen Molina, de 5 meses de edad, quien falleció el 12 de enero último, y Juan Casafuz, un bebé de 18 meses con síndrome de Down, que murió el sábado pasado. “La nenita tenía 10 meses y pesaba poco más de 5 kilos, algo que no se puede entender”, dijo Alberto Arregin, director adjunto del hospital de niños, al referirse a la muerte de Marisela. Sin embargo reconoció que éste no es un caso común y que el 70 por ciento de los chicos que llegan al hospital lo hacen con algún grado de desnutrición.
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