Un fiscal advirtió que el hacinamiento en las seccionales de La Plata es riesgosa “para la comunidad entera”. Denunció que hay 730 presos alojados, cuando hay lugar solo para 120.
El fiscal de Ejecución Penal de La Plata dijo que “esto estalla en cualquier momento”.
El fiscal de Ejecución Penal de La Plata denunció ayer el peligro de un “estallido inminente” en las comisarías de esa jurisdicción ante el hacinamiento en el que están alojados los detenidos y reclamó al Servicio Penitenciario Bonaerense una solución urgente. En diálogo con Página/12, Marcelo Romero señaló que “hay record histórico de superpoblación en las comisarías de La Plata, están literalmente a punto de explotar y así es imposible que resistan”.
Los números record de hacinamiento indican que 730 personas permanecen detenidas en calabozos y celdas que en total permitirían alojar a 120 como máximo. “Todas la semanas se registran al menos una revuelta, un intento de motín o una pelea violenta en el departamento judicial de La Plata. En estas condiciones, esto estalla en cualquier momento”, aseguró Romero, luego de presentar un escrito en el que solicita el traslado inmediato de presos a penales de la provincia de Buenos Aires y lo elevó al director del Régimen del SPB.
Sin embargo, el fiscal platense admitió que ésa tampoco es la solución final: “Las cárceles también están superpobladas y este problema necesita una respuesta inmediata. Por eso, en el corto plazo podría resolverse con la construcción de nuevos penales y en el largo con la revisión del Código Procesal Penal, porque esto es una consecuencia directa de la restricción de excarcelaciones introducida por Carlos Ruckauf en su campaña de mano dura”, disparó Romero y agregó: “Mano dura sin previsión. No se les ocurrió qué iban a hacer después de detener a todos y esa reforma ni siquiera sirvió para bajar la inseguridad ni la violencia”.
El fiscal resaltó además que “las condiciones de hacinamiento son realmente terribles y violatorias de los más elementales derechos humanos. Esta situación es riesgosa para los detenidos pero también para los policías y para la comunidad entera”. Así, ayer mismo se descubrió un boquete en la seccional de Punta Lara, donde los reclusos “estaban a 15 centímetros de ganar la calle”, afirmó Romero, que también pidió la clausura de esa comisaría porque “está a punto de venirse abajo”.
El de ayer no fue el primer pedido hecho por la Justicia para que se busque una solución alternativa a la superpoblación carcelaria. Romero mismo había pedido la intervención de la Corte de Justicia bonaerense en octubre del año pasado, cuando los detenidos eran poco más de 600. Hoy, menos de cinco meses después de aquella solicitud, ya son 730. También en 2002 hubo una presentación masiva de hábeas corpus por todos los presos en estas condiciones realizada por Omar Osafrain, defensor general de La Plata, que fue rechazada por el Juzgado de Garantías.
En tanto, la jueza de Ejecución Penal de La Plata, Claudia Marengo, aceptó varias presentaciones y resolvió que en algunos casos correspondía arresto domiciliario o prisión monitoreada, entre otras formas alternativas establecidas por el Código Penal, pero “esas resoluciones fueron luego incumplidas tanto por la policía como por el SPB”, dijo Romero. Así es como “de los 736 detenidos, hay más de 100 que ya cuentan con orden de remisión a unidades penales pero que tampoco se ejecutan”, remarcó.
En este momento, la superpoblación de las comisarías platenses supera todas las cifras anteriores: en la seccional segunda hay capacidad para alojar a cuatro personas pero hay 43, en tanto en la primera de Ensenada no hay lugar para tener detenidos pero hoy hay 23.