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El consulado argentino en Miami evitó que Estados Unidos deportara a un estudiante argentino de 23 años que no puede gestionar su residencia debido a las restrictivas leyes migratorias que rigen en ese país. Se trata de Miyen Spinelli, un joven que vive en Estados Unidos desde hace diez años, quien iba a ser deportado tras estar sometido a un control quincenal y tobillera electrónica desde que fue declarado “deportable” por la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), que ayer decidió postergar la medida por un año, tras la gestión del cónsul argentino en Miami, Miguel Talento.
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