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En Puerto Madryn, lo que había empezado en 2001 como una actividad destinada a fomentar el turismo, se ha convertido en una de las ceremonias centrales de la celebración de Semana Santa. Se trata del Via Crucis submarino, del que participa el cura Juan Gabriel Arias acompañado por un centenar de buzos profesionales que se sumergen en las aguas patagónicas para recrear la ceremonia central del Viernes Santo. Cada año, el acto es presenciado por miles de personas. Ayer se reunieron más de cuatro mil para ver el Via Crucis, ahora “mixto”, porque comienza sobre la arena, luego se sumerge en las aguas del Atlántico y luego finaliza en la playa.
“Yo no sabía bucear, pero como la idea me pareció buena, le pedí permiso a mi obispo, que en ese momento era monseñor Jorge Bergoglio, y desde ese momento participo todos los años de una ceremonia única”. dijo Arias.
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