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El único detenido por el crimen de Pamela Biosa, la joven que apareció asesinada a golpes al lado de su bebé vivo en la localidad bonaerense de Escobar, se negó a declarar ante la Justicia y quedó comprometido por lesiones que se cree pudo haberle provocado la víctima en un intento de defensa. Al ser indagado por la fiscal de Escobar a cargo de la causa, Irene Molinari, el imputado, Matías Mitchel (21), dijo que quería declarar, pero prefería no hacerlo por consejo de su defensa. Algunos investigadores esperaban que Mitchel repitiera en sede judicial la confesión que –aunque sin valor legal alguno– supuestamente le brindó a la policía al ser detenido. Mitchel quedó preso acusado de “homicidio doblemente agravado”. Pero la fiscal Molinari también le imputó el delito de “abandono de persona”, por haber dejado en situación de vulnerabilidad al bebé de siete meses.
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