MURIERON 160 PERSONAS AL CAER UN AVION DE LA WEST CARIBBEAN
Antes, Grecia, ahora fue Venezuela
Un avión que se dirigía desde Panamá hacia Martinica, con 152 pasajeros y 8 tripulantes, cayó en Venezuela. Le fallaron los dos motores. La empresa pasaba por serios problemas económicos.
El mismo MD-82 que se estrelló en Venezuela, próximo a la frontera con Colombia. La empresa dijo que el mes pasado lo habían revisado.
“Me niego a creer que Dios me lo haya arrancado.” El padre de un copiloto del avión que se estrelló ayer en Venezuela, cerca de la frontera con Colombia, no daba crédito a la noticia: ninguna de las 160 personas que iba a bordo había logrado salvar la vida. La aeronave pertenecía a una compañía colombiana que el mes pasado suspendió sus servicios durante una semana para realizar tareas de mantenimiento en su flota. En marzo, ocho personas murieron cuando un avión de la misma empresa cayó a tierra. La investigación por ese hecho aún permanece abierta.
Los 152 turistas que trasladaba el avión, un MD-82 birreactor, eran oriundos de la isla francesa de Martinica y venían de pasar una semana de vacaciones en Panamá, de donde habían despegado ayer de regreso a sus hogares. Sus familiares esperaban verlos tres horas después en el aeropuerto Fort de France. La tripulación estaba formada por ocho personas de nacionalidad colombiana. A las 3.10 de Venezuela, el piloto pidió permiso para entrar en el espacio aéreo de ese país. Había detectado fallas en uno de los motores y pedía que lo dejaran aterrizar en el aeropuerto de Maracaibo. Poco más tarde volvió a comunicarse: algo andaba mal en el segundo motor. “A partir de ahí el avión comenzó a descender a razón de 7000 pies por minuto (más de 2000 metros por minuto), y se estrelló”, explicó el ministro del Interior venezolano, Jesse Chacón.
El impacto en tierra se produjo entre las 3.30 y las 3.45, en la hacienda La Cucharita, en la Sierra de Perija. Esa zona es parte del municipio de Machique y está a 550 kilómetros al oeste de Caracas. Los primeros en dar aviso de lo sucedido fueron los pobladores, que se despertaron con el tremendo ruido de la explosión. Antes de eso, algunos habían llegado a ver una enorme bola de fuego en el aire, según contaron a la prensa local. La máquina cayó en una zona utilizada para el descanso de ganado, “una sierra montañosa de muy difícil acceso”, explicó el comandante de bomberos venezolano, Neiro Finol. Las tareas de rastrillaje se tornaron aún más complicadas porque en la región comenzaron las lluvias.
Más tarde, el director nacional de Defensa Civil, Antonio Rivero, describió: “Es una zona de desastre, hay mucho humo. Vemos que hay tres hectáreas de terreno afectadas porque el avión explotó y se estrelló”. Por lo tanto, las tareas de rastreo se desarrollaban en toda esa área. Hasta ayer, 56 cadáveres habían sido retirados del lugar donde trabajaban equipos de rescate de Venezuela y Colombia, bomberos y militares. Los cuerpos eran colocados en un espacio cercano y se informó que estaban por ser trasladados en helicóptero al aeropuerto de Maracaibo. Una vez allí, iban a empezar los trabajos para identificar a las víctimas. Durante las operaciones que se realizaron ayer, se logró recuperar una de las dos cajas negras de la aeronave y parte de un sistema de radio.
“Nosotros tenemos el permiso vigente para la operación y tenemos todos los permisos para realizar los vuelos”, aclaró Carolina Madrid, vocera de West Caribbean. “Hoy (por ayer) no tenemos ningún avión volando. Decidimos suspender la operación aunando esfuerzos para resolver el asunto de este siniestro. Teníamos operando un Let en la ruta entre San Andrés y Providencia, estaba el MD-82 accidentado y para final de semana tenemos proyectado terminar el servicio del segundo MD”, añadió.
Por estos días, los responsables de la compañía –un grupo de inversionistas de Medellín– estudiaban propuestas de compra, ya que su situación financiera no es precisamente envidiable y tienen deudas por seis millones de dólares. La aerolínea opera desde Colombia hacia el Caribe y tiene una filial en Costa Rica.
“Ellos tenían que someter sus aviones a mantenimiento. Digamos que no fue una orden expresa de la Aeronáutica Civil sino de la (constructora) Boeing y, por eso, durante una semana suspendieron sus vuelos” en julio, confió una fuente de la aeronáutica civil de Colombia. El mismo vocero aseguró que permanece abierta la investigación por un accidente que ocurrió el 26 de marzo, cuando un avión Let 410 cayó a tierra minutos después de despegar en la isla colombiana de Providencia. En ese hecho murieron ochode los catorce ocupantes de la nave. Elkin Muñoz, padre del copiloto colombiano del avión que se estrelló ayer, en cambio, afirmó ante los medios de prensa locales que “esas naves eran cuidadas con mucho recelo”.