Página/12 :: Sociedad :: Una trama con varias aristas paralelas

La causa que investigan el juez De Campos y el fiscal Madrea empezó con una pelea de vecinos a raíz de la caca de un perro. Ocurrió en Liniers y participaron el entonces jefe de la barra, Mauro Martín, preso desde entonces; su segundo, Maximiliano Mazzaro, que estuvo prófugo, y Daniel Whebe, que sigue prófugo. La víctima, que murió por los golpes de la pelea, fue el vecino Ernesto Cirino.

Lo que sucede es que se abrieron numerosos legajos paralelos:

Investigando quién encubría a los prófugos fue detenido el ex arquero de San Lorenzo Pablo Migliore. Hay dirigentes claramente en la mira, entre otras cosas por darle cobertura a Maxi Mazzaro en una quinta.
Se determinó la forma en que se obtenía el dinero para mantener prófugos a los barras. Se filmó a dirigentes dándoles entradas.
Se verificó que los propios barras falsificaban carnets de socios para después entregarlos en determinados partidos. Eso motivó el allanamiento del Departamento de Socios y la detención de los dirigentes Carlos Mechetti y Gustavo Gómez.
En el partido San Lorenzo-Boca, en el Nuevo Gasómetro, hubo un nuevo episodio en la disputa entre los ex jefes de la barra y los jefes actuales. Terminó con dos muertos. Es inminente que se produzcan detenciones, que esta vez serían de la facción que comandan los hermanos Di Zeo.
Hubo un incendio en el estacionamiento de Boca en marzo. Quemaron tres autos de integrantes de la barra brava oficial. También se está investigando.
La protección que policías de la Federal les dan a los barras es igualmente un eje de la causa. Por ello se allanó el Departamento de Seguridad en Eventos Deportivos de la fuerza. Hay dos policías imputados. Pero hay otros que ya presentaron pedidos de eximición de prisión.