Qué nena no se disfrazó alguna vez de dama antigua para algún acto escolar del 25 de Mayo, con peinetón y vestido entallado a la cintura con armazón. Pues bien, nada más equivocado para caracterizar el atuendo femenino del Río de la Plata en 1810. “El peinetón recién empezó a fabricarse a partir de 1836 y en 1810 las mujeres usaban el vestido de corte imperio, cortado debajo del busto, con mangas globo, collares de perlitas, la peineta dorada y el peinetón chiquito”, cuenta Susana Speroni, directora del Museo Nacional de la Historia del Traje, que funciona en una casona del siglo XIX del barrio porteño de Montserrat. “Las maestras siguen pidiendo para los actos el peinetón y el vestido entallado. Durante 15 años le insistimos a la revista Billiken que esa vestimenta no correspondía a la época de la Revolución de Mayo y recién lo cambió hace dos años. No sé cómo surgió, pero ha sido una equivocación fatídica”, revela Speroni. La moda atribuida a 1810 en realidad comenzó a usarse unos 25 años después. “En 1820 la moda imperio comienza a bajar el talle a su lugar hasta llegar a esos modelos del año ‘35 con las mangas jamón, el vestido cortado a la cintura con escote amplio y redondo, adornado con volante, terminado en ondas, de falda amplia y peinetón en el cabello. Esta moda se usó hasta 1842”, esclareció la especialista en historia de la indumentaria. La evolución de la moda en el siglo XIX en Buenos Aires puede observarse en el Museo del Traje a través de una serie de retratos femeninos que se ven aquí en las fotos.
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