“Es perverso lo que ha pasado con la nena. Pero no puedo permitir que se apropien de sus derechos por el hecho de haberse encariñado. Como hogar de tránsito carecen de idoneidad para adoptar”, fundamentó el juez de menores Gabriel Pañañori su decisión de separar a Sofía de las familias que la cuidaban provisoriamente y que quisieron adoptarla. Según reveló el magistrado, en los últimos días se presentaron además los padres biológicos de la criatura y declararon que si hasta ahora nadie se hizo cargo de la chiquita, están dispuestos a quedársela. “Ahora tengo que evaluar si los padres están en condiciones de recibirla”, agregó el juez.
–¿Por qué demoró tanto resolver la adopción?
–Porque el primer matrimonio que la tuvo apeló la decisión de no poder adoptarla y so pretexto de chicanas procesales la causa fue de un lado a otro y no se pudo resolver una adopción.
–¿Quién se hace cargo del daño que sufrió Sofía?
–Es siniestro lo que ha vivido. Los juzgados generalmente no actúan así. Pero los Herrero sabían que eran hogar de tránsito y sin embargo pidieron su adopción, quiere decir que no cumplieron con la función para la que fueron convocados. Para adoptar deben inscribirse en un registro único de la provincia. Bajo un contexto de apropiación no pueden quedársela.
–¿Y el vínculo que desarrolló la nena con la familia no cuenta?
–La posibilidad de un vínculo no los puede poner en situación de apropiación.
–¿Por qué no permite a Sofía ver a los Herrero?
–Para poder verla tienen que estar emocionalmente estables. Tienen una actitud de desesperación que los lleva a hacer cualquier cosa.