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La obra Lara pone en escena el dolor de la infancia. Lo que se ilumina es un patio de juegos donde oscurece demasiado temprano. Es un lugar al cual debe volverse para recuperar la identidad perdida: las canciones, los ritos, la muerte regresan como las fotos olvidadas que salen de una caja. A través de una puesta en escena simple y con un tiempo fragmentado, el espectáculo unipersonal protagonizado por Cecilia De Mello (los domingos de abril a las 20 en Ladran Sancho, Guardia Vieja 3811) recorre de manera atípica y con un relato no lineal distintos episodios en la vida de esta mujer.

Cargada de imágenes potentes y con una dramaturgia basada en la ruptura del código, Lara es un recorrido vertiginoso que, en tan solo treinta minutos, mueve y conmueve al espectador, llevándolo de un extremo a otro de las emociones. De Mello, intérprete a cargo del tour de force, viene de estrenar varias obras de teatro en Argentina y Brasil y realizó en el año 2004 una gira teatral internacional por el norte argentino, Bolivia y Brasil. Inclinada hacia la Antropología Teatral, ha participado de seminarios internacionales con Eugenio Barba y Julia Varley, y desde el 2008 presenta este unipersonal y dirige la obra Vuelo Submarisco, del grupo de teatro cómico para chicos Té de Polilla.

Lara, de Cecilia De Mello

De paseo a la infancia