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La Scotland Yard instaló una alarma en la mansión que el cantante Bryan Adams tiene en el exclusivo barrio londinense de Chelsea. Desde que firmó un autógrafo a una mujer rumana y su hijo en un reciente viaje a su tierra, la dupla se ensañó con el ídolo con guardias permanentes e invasión de domicilio. Según informaron los policías, la mujer y el niño no dejan de molestar a Adams desde que él les habló en un restaurante en el que almorzaba. “La pesquisa continúa”, dijo un vocero de la fuerza, consternado.
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