Página/12 :: espectaculos :: Un quinteto bien diferente

Con tres temporadas en su haber, Mañanas informales revolucionó la mañana televisiva, aun cuando no se trató del programa pionero en la tarea de devolverle a la pantalla chica el encendido matutino. Con la aguda mirada de Guinzburg, los comentarios punzantes de Pais, el chiste siempre a mano del Payaso Malaonda, la crítica mirada de Osvaldo Bazán del mundo del espectáculo y la seriedad informativa de Gastón Recondo, el ciclo supo hacer de un magazine un espacio anárquico que entretiene e informa en dosis justas. ¿Cuál es el secreto para Ernestina? “La TV es mística. Si vos no transmitís clima, sobre todo en un programa como Mañanas informales, que es un programa de radio televisado, no hay programa. Nosotros hemos pasado media hora debatiendo sobre la nada. No descubrimos la pólvora: los temas se repiten. Las preguntas que le hacemos al público son las mismas que escuchás en la radio desde hace 40 años”, admite quien momentáneamente tuvo que hacerse cargo de la conducción del ciclo ante un problema de salud que castiga a Guinzburg. Más allá de que al programa se le reconoce el humor y la buena onda que transmite, Mañanas... cuenta con un aspecto que suele pasar inadvertido pero que es un factor distintivo de los magazines matutinos: los jugosos debates que surgen entre las opiniones opuestas del staff del ciclo. “En Mañanas..., cuando surge el debate, aparecen las personas. Lo rico de los debates que se dan en el programa es la diversidad de personas de los que opinan. Gastón es una persona súper religiosa, muy tradicional en la forma de ver la vida; Osvaldo es todo lo contrario: es una persona unida civilmente con su marido y militante; Jorge es un niño de familia judía con todos sus clichés y una gran capacidad de observación; yo no profesé no una, sino ninguna religión; y Bicho Gómez, que es la quinta generación de una familia de circo... Esa diversidad hace que cualquier discusión sea divertida e interesante porque chocan mundos completamente diferentes. Jorge fue muy inteligente en el armado del grupo: eligió personas, no tipos que repitieran noticias. Esa es la magia del programa”, razona.