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Viernes, 22 de julio de 2016
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cosas maravillosas

GPS de la imaginación

Mezcla de manual, panorama, ensayo crítico y declaración de amor, el libro de María Luján Picabea sobre la literatura para la infancia aporta claves de un universo en expansión.

Por Daniel Gigena
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La literatura para chicxs se asemeja a un continente que aún reserva zonas sin explorar en el mundo de los libros. Descalificada, luego reivindicada, aprovechada comercialmente, orientada a las metas escolares o a los placeres del tiempo libre, la literatura para la infancia se ha convertido en objeto de debate familiar y escolar, ferias del libro, congresos académicos, editoriales de dedicación exclusiva. Las librerías reservan mesas y sectores privilegiados para que los tempranxs lectorxs elijan a gusto sus libros favoritos. En la Argentina, María Elena Walsh, María Teresa Andruetto, Márgara Averbach, Silvia Schujer y Laura Devetach, entre otrxs, aportaron una calidad inigualable de escritura a esa producción. Ante ese panorama fértil, María Luján Picabea (Buenos Aires, 1978) elaboró un trabajo ágil y entretenido: Todo lo que necesitás saber sobre literatura para la infancia (Paidós) es una guía, una selección, un sutil ensayo crítico y una revisión de categorías ocultas en el mundo de la literatura infantil y juvenil (LIJ).

Es también un libro sobre libros. “Se compone de muchos otros, bebe de otras páginas, de gestos visuales e ilustraciones; madejas de narraciones, tramas, relatos y poemas”, expresa la autora en el prólogo. Cada capítulo (son 40 en total) contiene apreciaciones, síntesis de argumentos, recuadros informativos sobre colecciones de libros o asociaciones que promocionan la LIJ, pequeñas historias de lectorxs en formación ambientadas en patios, jardines de infantes o casas. Las temáticas abordadas van desde los consabidos clásicos para chicxs hasta la utilidad de leer (o contar) historias de miedo; de los clichés sexistas a la importancia de contar con amigos imaginarios, pasando por el rol de los docentes en el nacimiento del amor por la lectura.

“Un lector siempre remite a otro -dice Picabea-. Ese otro lector puede estar en la familia, en el círculo de amigos, entre los familiares, puede venir de la escuela, la biblioteca o de ámbitos más informales. Hace unos días entré en El Libro de Arena, la librería de Villa Crespo, y vi a un nene que se movía con soltura entre los anaqueles: a ratos se sentaba con un libro y leía, pero también miraba las ilustraciones e inventaba historias en voz alta. Le pregunté al librero si era su hijo y me dijo que era el nene de la verdulería de al lado, que algunos días simplemente entra y se queda leyendo, jugando.” En ese gesto del librero de recibir al chico en un ambiente tranquilo, cálido y libre, Picabea encuentra una forma no sólo de acercar un libro sino también de facilitar el acceso a la literatura. “La mediación siempre es una responsabilidad, una tarea que implica un compromiso -agrega-. Un mediador sólo debe entregarles a los lectores más jóvenes aquello que tiene sentido para sí mismo, las historias en las que cree, las que lo han conmovido, las que no puede guardar en silencio y quiere compartir.”

Para la autora, gracias a la aparición de sellos comprometidos con la calidad literaria y artística y la experimentación, la LIJ ha evolucionado en la Argentina. “Muchos autores escritores y autores ilustradores encontraron en esos sellos una puerta abierta a la innovación. Me refiero a editoriales como Pequeño Editor; Pípala, de Adriana Hidalgo; Calibroscopio; La Brujita de Papel; Del Eclipse; Una Luna; Comiks Debris; Comunicarte, de Córdoba; Del Naranjo; Limonero; Corregidor, que acaba de presentar su colección Puentes de Papel; Iamiqué; Quipu; Ojoreja; De la Terraza; Tres en Línea; Aerolitos, de Capital Intelectual; Arte a Babor. Son catálogos en los que siempre puede encontrarse una apuesta, un desafío, una historia que se corre de la línea media e interroga, sacude e inquieta.”

Si bien aún abundan los textos misóginos y discriminatorios, en la LIJ se impulsan otros que admiten con belleza y profundidad la diversidad y la libre determinación. “Creo que se está trabajando para hacer más permeables las barreras de atribución de modelos y roles a niñas y niños -señala Picabea-. El mayor desafío es no derrapar y caer en el didactismo o resignar calidad literaria y artística en el afán de poner en jaque los modelos que reproducen convenciones sociales nefastas.”

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Todo lo que necesitás saber sobre literatura para la infancia
María Luján Picabea
Paidós
260 páginas

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