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El senador nacional Rubén Giustiniani avivó la interna socialista al señalar que el ex intendente rosarino Miguel Lifschitz "no es el candidato natural del partido, sino del sector de Hermes Binner". Y en alusión tácita le endilgó al ex gobernador que "se critique al kirchnerismo cuando la presidenta define a dedo lo que el bloque vota en el Congreso de la Nación, y acá se hace lo mismo". Desde el binnerismo eludieron contestar los dardos. "Está todo bien, para dirimir diferencias están las Paso", sólo dijo la diputada nacional Alicia Ciciliani, que actúa como vocera del ex gobernador.
El Partido Socialista ha sabido casi siempre honrar el refrán de "los trapos sucios se lavan en casa", y a puertas cerradas. Por eso sorprendieron las declaraciones de Giustiniani, anteanoche en el programa "En profundidad", de Cablehogar, sin vacilar ante la primera pregunta acerca de dónde lo encontrará la definición de candidaturas de cara a los comicios de 2015, en las que el Frente Progresista, el socialismo, pondrán en juego la Casa Gris y el Palacio de los Leones. "Voy a dar pelea", afirmó sin titubeos. Pero se guardó precisiones, dado que el correveidile lo cita con aspiraciones para la intendencia, una vez que su mandato como senador expire el año próximo. "Hasta marzo del año que viene, el misterio no se va a develar", cerró Giustiniani. Su sector, desde el que presidió al partido a nivel nacional, perdió terreno y cuadros desde la puja interna de 2010, cuando el por entonces delfín de Binner, Antonio Bonfatti, lo derrotó sin reparos camino a la candidatura a gobernador del Frente Progresista. Por caso, perdió a uno de sus más estrechos operadores, el diputado Eduardo Di Pollina, hoy más cercano a Lifschitz.
De todos modos, Giustiniani se encargó de aclarar y no por descuido que "el sector de Binner no es el socialismo". Y por lo tanto, puso en tela de juicio lo que hasta aquí se tiene por número puesto en el escenario político: que Miguel Lifschitz será el candidato a gobernador que el socialismo impulsará dentro del Frente Progresista. Hasta el propio ex intendente ya lo pregona. Pero para Giustiniani eso no está tan claro aún. "El socialismo no tiene candidato natural, lo tiene el sector de Binner. Lifschitz no podría ser candidato sin el apoyo de Binner", señaló el legislador.
Ayer este diario buscó en vano la opinión del senador provincial sobre la advertencia del adversario interno que lo interpela. Tampoco hablaron los teléfonos de los principales referentes del binnerismo. Sólo la diputada nacional, Alicia Ciciliani, avisó que "para dirimir diferencias están las Paso".
Giustiniani describió el interior del partido fundado por Guillermo Estévez Boero en 1972 como "una fuerza en la que somos compañeros, donde está la corriente que ellos representan (el binnerismo) y que conduce la municipalidad de Rosario, la provincia, el partido... el poder. Y estamos nosotros, que somos otro sector y que vamos a competir el año que viene".
En sus conceptos, Giustiniani reflejó posicionamientos como el que, en el Concejo rosarino, aplicó Miguel Zamarini al acordar un sub bloque interno junto con el radical Martín Rosúa y el demoprogresista Aldo Poy. Por eso se mostró de acuerdo con el ascenso de las otras fuerzas del Frente Progresista en la escala de aspiraciones por disputar la Municipalidad de Rosario (Pablo Javkin por la Coalición Cívica, o la radical María Eugenia Schmuck) o la Gobernación (la UCR con Mario Barletta como candidato propio).
"Me parece positivo porque es la esencia de la democracia -saludó Giustiniani-. Al kirchnerismo le criticamos mucho esa hegemonía cuando la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) define con el dedo lo que el bloque K vota en el Congreso nacional. Somos contradictorios cuando eso lo practicamos acá. Criticamos a nivel nacional, y acá hacemos lo mismo. Somos contradictorios. Por eso le doy la bienvenida del Frente Progresista a las distintas expresiones políticas, porque enriquecen el debate de qué modelo de ciudad, qué modelo de provincia queremos", apretó.
"Sería malo -añadió Giustiniani- no tener autocrítica sobre lo que nos falta. El Frente Progresista tiene mucho por construir, logró cosas importantes, es novedad para la provincia, pero debe institucionalizarse para que no funcione desde quien gobierna, sino desde toda una fuerza política plural", concluyó.
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