Imprimir|Regresar a la nota
Martes, 19 de febrero de 2008
logo rosario
UNA TRADICIÓN DE ESPACIOS INDEPENDIENTES Y AUTOGESTIONADOS

Lo que se puede hacer entre todos

Las propuestas de creadores actuales de hacer cosas juntos, para producir con mínimos recursos, y convertir espacios inéditos en lugares de producción y circulación; tiene antecedentes.

Por Sabina Florio *
/fotos/rosario/20080219/notas_o/06A.JPG
"Con los pintores amigos", un óleo de 1930 de Augusto Schiavoni. El pintor junto a Musto y Guido.

Un conjunto de prácticas artísticas recientes trabajan como material estético las relaciones humanas y su contexto social. Nicolas Bourriaud implementó la noción de "estética relacional" para dar cuenta de ellas. Al respecto, Roberto Jacoby escribió en la revista Ramona (Nº 69, abril de 2007) que ese tipo de propuestas se vienen dando en el arte argentino desde hace unos años. Propuestas, que tienen que ver la necesidad de los creadores de "hacer cosas juntos", para "producir con mínimos recursos", para convertir espacios inéditos e impredecibles en lugares de "producción, circulación, conversación y cooperación". Estas proposiciones constituyen "instancias de gestión independiente" y están basadas en una cooperación amistosa" entre artistas.

En 2003, el espacio de arte Josefina Merienda, un ámbito dedicado al arte contemporáneo, fue abierto por artistas jóvenes en la ciudad de Rosario. Esta modalidad de acción se conecta con un fenómeno que comenzó a ser frecuente hacia mediados de los '90, cuando empezaron a abrirse un conjunto importante de lugares independientes y autogestionados, sostenidos por artistas, tales como: Belleza y Felicidad, Duplus y Sonoridad amarilla, en Buenos Aires, Vox, en Bahía Blanca, Mopt, en Mar del Plata y Azul Talo, en Córdoba. Cabe pensar a estas apariciones como una reacción ante un sistema del arte que se comenzaba a percibir como muy restringido y altamente mediatizado.

En cuanto a las iniciativas impulsadas por artistas para sortear las dificultades que les presenta su medio, encontramos una tradición muy rica e imaginativa en nuestra ciudad. El arte moderno en la ciudad de Rosario está marcado por figuras clave que se posicionaron entendiendo al arte como forma de vida. En 1917, Augusto Schiavoni (quien acababa de volver de Europa) y su compañero y amigo Manuel Musto construyeron sus respectivos espacios--vivienda--modelo--motivo en el barrio de Saladillo. Ambos cultivaron vínculos de reciprocidad con sus pintores amigos. Crearon así un ámbito propicio para desarrollar sus opciones de vida y desplegar sus ideas estéticas en sintonía con su modo de estar en el mundo. El regreso de Schiavoni a Rosario significó la presencia en el escenario cultural de un autor que eligió, al igual que Musto, desplazarse a un barrio ubicado en los márgenes de la ciudad. Estos dos artistas rosarinos eran de aquellos que entienden al entorno cotidiano como material estético. Se trata de creadores que viven en sintonía con lo que creen que debería ser la vida de un artista, que desarrollan vínculos muy estrechos con sus pares, y que valoran la fidelidad hacia lo que sienten íntimamente y quieren expresar. En su cuaderno de notas, Musto denominó a ese gesto como: "una manera de armonizar nuestros actos con nuestras aspiraciones íntimas". Son creadores que intentan transmitir su universo más próximo, sin seguir necesariamente ejes programáticos, sino que se van nutriendo en el devenir de su hacer.

Otros, como Antonio Berni, actuaron más allá de la esfera del arte, a través de tomas de posición política. El regreso de Berni a Rosario en 1930, luego de su estadía europea, significó la irrupción de nuevas perspectivas sobre las relaciones del arte con la sociedad. Berni, artista militante, vanguardista, un creador que buscaba un fundamento histórico--social para sustentar su práctica y que intentaba articular las rupturas estéticas con la transformación revolucionaria, marcaría profundamente con sus ideas a un grupo de artistas jóvenes políticamente comprometidos. Estas ideas fueron reforzadas por la presencia del muralista mexicano David Alfaro Siqueiros en la ciudad, y se consolidaron con la conformación de la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos. La Mutualidad fue un espacio autogestionado surgido en torno a la figura de Berni.

Agruparse bajo la forma de una mutualidad implicaba vínculos de cohesión, identidad y solidaridad. Así, desde una concepción opuesta a la ideología burguesa de la autonomía del arte, se adoptaron prácticas y estrategias relacionadas con la política de frentes antifascistas impulsada por el partido comunista. El objetivo de estos artistas pasaba por "esclarecer las conciencias" implementando una estética que interpelara a las masas. Las obras debían dar cuenta de la explotación y la desigualdad del sistema reparando en los sectores populares, los conflictos cotidianos, los excluidos, las manifestaciones, el hambre y la guerra. Esta segunda mirada se preocupa por las relaciones del arte con su época y con las posibilidades de transformación de la sociedad. En términos de Louis Aragón las obras debían ser la "expresión conciente de las realidades sociales" y "parte integrante del combate que modificara esas realidades". Es en el marco de dichas opciones que Antonio Berni construirá su propia versión sobre el realismo, teniendo como horizonte su convicción de que "la función del intelectual es esclarecer las conciencias".

Por esos años Gustavo Cochet propone una mirada crítica sobre la práctica artística desde su espacio en el periódico La Tierra. Sus señalamientos tienden a rescatar autores y obras comprometidos con la búsqueda de la articulación entre el arte y la ética y también intentan acercar al público a las propuestas disidentes y divergentes del canon. Desde su doble militancia estética y política, no delegó su voz en otros agentes del espacio cultural y señaló otros parámetros de valoración para la apreciación de las propuestas plásticas de sus pares.

La necesidad de crear de un espacio convocante, frente al desamparo institucional, llevó a un grupo de artistas a fundar en 1932 la Agrupación de Artistas Plásticos Refugio. Sus creadores anunciaron que Refugio "será el verdadero rincón de amparo de los artistas; amparo del que hasta ahora se han visto privados". La modalidad de agrupación se vincula con otras formas de organización social ligadas con la inmigración europea. Formas de organización que se sustentaban en una amplia red de solidaridades, tales como: las asociaciones de fomento, las mutuales y las cooperativas sindicales. En el espacio de Refugio se realizaron muestras, peñas, cursos y concursos, destacándose el Salón de Barrio organizado conjuntamente con Solidaridad Social.

En un conjunto de pintores que circularon por Refugio, la construcción de un vocabulario propio se correspondió con la definición de un horizonte de temas ligados a su universo más próximo. Sus creaciones miran a la ciudad desde un espacio acotado que comprende las afueras, las barrancas, los barrios con sus características casas y patios. José Marín Torrejón y Tito Benvenuto son algunos de estos autores. Ellos nos han legado un modo de percibir y crear que hoy se pueden considerar como uno de los rasgos más singulares de una zona del arte de Rosario.

Ambas posiciones mantuvieron una íntima vinculación entre el pensamiento, la imagen y la acción, con la consiguiente conjunción de la práctica del arte con los posicionamientos éticos y estéticos. En otro orden, cabe destacar los lazos de amistad sostenidos con sus pares, cuya energía posibilitó la creación de espacios solidarios, de producción, de circulación, diálogo e intercambio. También el hecho, no menor, de asumir su propia voz sin delegar a otras instancias del campo el fundamento de valor de sus posicionamientos y prácticas. Y, por último, el compromiso asumido con la comunidad y el lugar de pertenencia llevó a los creadores, en algunos casos, a intentar interpretarlos en su peculiaridad y en otros a intentar transformarlos radicalmente desde el horizonte utópico de la creación de una sociedad más integrada y más justa.

(*Docente de la Escuela de Bellas Artes de la UNR. Autora de "Manuel Musto. La pintura como expresión de las pasiones y las emociones").

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar|República Argentina|Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.