Cuando se silencia la información pública, cuando se ocultan las realidades cotidianas, se disfrazan Ãndices, se minimizan los problemas y se parcializa al tratamiento mediático de algunos temas, el silencio no es salud.
El silencio no es salud porque cuando el invitado de cabecera de los hogares -la TV nos sacude con su invasiva pantalla con constantes pruebas de mediocridad intelectual y muy lejos de objetivos formadores, educadores o de entretenimientos inteligentes de nuestra sociedad, no nos queda otra opción que ignorarlo.
El silencio no es salud cuando se silencian los efectos nocivos de los consumos humanos de soja transgénica y se defienden intereses monopólicos por sobre los de nuestra sociedad, se minimizan los devastadores efectos contaminantes de los agroquÃmicos y se sigue fumigando en proximidades de poblados con productos ya prohibidos en los paÃses desarrollados como consecuencia de sus efectos cancerÃgenos.
El silencio no es salud, cuando no se presta atención al consumo de agua contaminada con arsénico en diversas poblaciones y se ignoran las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud respecto a los valores máximos permitidos para considerarla apta para consumo humano y en nunca controladas plantas de "potabilización" se entrega como sustituta del agua de red, una provisión dudosa de agua en bidones, sin que los análisis de esa provista satisfagan las mÃnimas condiciones de seguridad para su consumo.
El silencio no es salud, mientras se ignoren los nocivos efectos de algunas propagandas de consumos de determinados lácteos provistos de fórmulas mágicas para combatir el cansancio, el colesterol, la falta de memoria de nuestros hijos o nietos y se persista en la tendencia de priorizar el beneficio comercial por sobre el de la salud de la población.
El silencio no es salud cuando se olviden o silencien las campañas para el uso de los preservativos a efectos de impedir embarazos no deseados, enfermedades venéreas y contagios indeseados de transmisión sexual.
El silencio no es salud mientras nada se haga por educar respecto a la trata de menores, no se generen campañas masivas de educación social, ni se activen mecanismos de participación y se legisle con sanciones de severidad disuasiva la participación, connivencia o negligente control de los menores en el negocio de venta de servicios sexuales.
Angel M. ContestÃ
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