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Viernes, 26 de julio de 2013
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Encendé la Lu

De Tarada a Realmente grande, de bajista a cantautora, es el camino que decidió recorrer Lu Martínez, que esta noche presenta su primer disco con canciones de amor a Catherine Fulop y a otras mujeres argentinas.

Por Paula Jiménez España
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La paradoja del disco que se llama Realmente grande es que su autora es, o al menos parece ser, ninguna agrandada. Esto no quiere decir que Lu Martínez se achique: para nada. Esta cantautora, guitarrista y bajista de 28 años que ha compuesto, entre otras cosas, un tema de amor a la esposa del Ova Sabatini sabe que tiene un producto de calidad y que además se siente, en su vida y en su carrera, surfeando la cresta de la ola. Sin embargo, dice: “Que sea mi momento no quiere decir que no lo pueda compartir”. Y hete aquí la cuestión de la humildad. Este sábado en Café Vinilo, donde presentará este, su primer disco, será acompañada por más de una docena de artistas. Bueno, su primer disco no, su primer trabajo solista en todo caso, porque a éste le precedieron unos cuantos: los cuatro que grabó con Alvy Singer, el que grabó con Las Taradas y uno anterior con Paula Meijide. Cuando Lu habla de su recorrido musical da la impresión de no querer dejar a estos músicos y amigos fuera de la entrevista, como si su identidad profesional estuviera inevitablemente ligada al encuentro con los otros. Será por eso, por ese tinte solidario, que el suyo es un discocancionero que viene con las anotaciones de los acordes para sacar los temas en guitarra. Ella soluciona de este modo el dilema de muchos artistas sobre la propiedad de la obra y se aliviana: “Así la canción pasa a ser de los otros y deja de ser mía”, dice.

¿Por qué se llama Realmente grande?

—Es un disco corto, ocho canciones, con una gran variedad musical y con muchos invitados a los que considero realmente grandes. La conformación de las canciones y quienes las interpretamos formaron el cóctel perfecto. El proyecto solista surgió por querer tocar mis canciones que estaban un poco guardadas y Jano, el cantante de Alvy, las conocía y me insistió que hiciera algo. De a poco me fui animando en algún show. Y siempre con la guitarra, por más que a mí se me conoce como bajista. Ahí mostré mi faceta de cantautora. Con el tiempo se fue armando un disco y con él vino la banda.

En el disco hay varias canciones dirigidas a una mujer, entre ellas, una de amor, muy graciosa, que le dedicás a Catherine Fulop, ¿cómo surgió?

—Surgió en un taller al que yo iba, La oreja atenta, con Tomy Lebrero. Ahí nos daban canciones que cada uno tenía que hacer propia, adaptar. Y a mí me dieron una que se llama Catherine Deneuve, de un autor español. La letra de la mía se parece, pero la original tiene ciertas particularidades europeas que yo argentinicé y además la adapté a la Fulop, dándole un giro más jazzero y más sensual.

¿Te gusta Catherine?

—No. Es una señora bastante atractiva, pero a mí no me gusta especialmente. De hecho, en la canción la nombro también a Cecilia Roth que me parece una mujer mucho más interesante de acuerdo con mi canon de belleza. En el disco está también el tema “Manuela”, dirigida a una chica. Pero sabemos que un cantante dice el cincuenta por ciento algo personal y el resto se lo inventa. En verdad, yo soy el eje de mis canciones.

Y para vos la visibilidad no es un problema...

—Para nada. En ese sentido está todo rebien, pero tampoco me gusta hacer foco en eso. Es una parte mía más. La canción “La verdad” creo que es un tema mucho más cargado de sexualidad y no está remitido a ningún género en particular. Trata sobre ese momento en que estás al lado de una persona y corre esa energía, esa vibración súper arriba, quise hacer la canción de esa situación. Es ese instante preciso en el que avanzás o no avanzás. Creo que hay cosas más valiosas en mí que solamente mi elección sexual. A veces creo que se le da demasiada importancia a la sexualidad. Y no creo que pasen las cosas por ahí. Yo soy lesbiana, o no sé qué soy, porque no me preocupa catalogarme. Me gusta fantasear con que a una lesbiana este disco le va servir para pasarla bien en una cita, pero también lo he hecho con personas heterosexuales y me dijeron que les fue muy bien.

Es un disco celestino, entonces. ¿Son canciones de amor?

—No sé. No le canto al amor en todas las canciones, sino al espíritu de avanzar, continuar, ir por lo que estás buscando. Algunas canciones hablan del amor, otras de sexo, otras del momento, como ésa que dice: “Todo lo que esperé me está pasando ahora”. Y es así. Si algo me imaginaba era estar en un escenario cantando lo mío.

El público que te sigue mayormente son chicas, ¿verdad?

—Sí, totalmente. También con Las Taradas se ve esta cuestión: las minas estamos más al frente ahora y creo que las lesbianas se ven muy reflejadas en eso. Ese me parece que es el enganche con el público femenino. Y pienso también que ahora las mujeres estamos prestando más atención a lo que hacen otras mujeres.

Se presenta a la medianoche del 27 de julio en Café Vinilo.Gorriti 3780.

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