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Universidad|Martes, 24 de junio de 2014
En Sociales se presentó el libro El derecho a comunicar, de Damián Loreti y Luis Lozano

Las peleas por la libertad de expresión

Los autores consideraron que el libro sería “impensable” sin la historia de las luchas por la comunicación libre en la Argentina, a las que Verbitsky definió como parte de “una batalla más amplia por la gobernabilidad democrática”.

Por María Daniela Yaccar
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Lozano, Loreti, Abramovich, Verbitsky, Pochak y Postolski, ayer, en Ciencias Sociales.

“Las batallas por la libertad de expresión, el derecho a la información y el pluralismo en la comunicación en la Argentina, en las últimas tres décadas, han sido episodios centrales de una batalla más amplia por la gobernabilidad democrática”, sintetizó Horacio Verbitsky en la presentación del libro El derecho a comunicar. Los conflictos en torno a la libertad de expresión en las sociedades contemporáneas, de los especialistas en comunicación Damián Loreti y Luis Lozano. Fue en el Auditorio Roberto Carri de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). Los acompañaron el secretario ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercosur, Víctor Abramovich; la secretaria letrada de la Procuración General de la Nación, Andrea Pochak, y el decano de Sociales, Glenn Postolski.

El periodista de Página/12 manifestó que la Argentina “hizo en tres décadas lo que otras sociedades hicieron en tres siglos”. “Es un trayecto sumamente intenso. No conozco equivalentes en otros lugares del mundo”, sostuvo Verbitsky, en una mesa “celsiana”: todos los que la integraban pasaron por el Centro de Estudios Legales y Sociales, que él preside.

La presentación del libro editado por Siglo XXI transcurrió en una sala enorme y fría. La nota de color la dio la presencia de un grupo numeroso de hombres del Sindicato Argentino de Televisión, todos vestidos igual, con chalecos y camperas azules, ruidosos y charlatanes antes de que arrancara el acto. Su presencia rompía con la parsimonia universitaria. Antes de que comenzara la presentación, a las 19.30, agitaban unas cuantas banderas del sindicato mientras les hacían fotos. Se habían ubicado bien atrás. “Son clientes de Damián. Eso quiere decir que los defiende bien”, sugirió Verbitsky.

Entre los logros de las tres décadas, el periodista mencionó “la exclusión del castigo penal en casos de interés público, hacer públicas las inadmisibles leyes secretas, la prohibición de la represión de la protesta social, moderar la excesiva concentración mediática, el acceso de las nuevas generaciones de las clases desfavorecidas a las nuevas tecnologías de la comunicación”. Dijo Verbitsky que esta recapitulación era “necesaria” para ver en qué contexto aparece el libro de Lozano y Loreti.

“Este libro es impensable sin la historia de los que están acá”, definió Loreti. “Sin la historia de las redes comunitarias, las peleas por el no cierre de señales, de canales, la apertura por el acceso a los derechos del fútbol”, enumeró. Sostuvo que la libertad de expresión es “un tema de derechos humanos”. “El libro trata de hacer carne una pelea de todos los días, de cómo hacer la diferencia y ponerle el cuerpo a las cosas”, concluyó. “No tuvimos el objetivo de hacer un libro de coyuntura”, apuntó Lozano. “Pero no queríamos un libro de teoría. Combinamos ambas cosas, y tenemos la esperanza de haber logrado un buen balance.”

A su turno, Pochak cruzó temas judiciales con los planteados por el libro. Se refirió a las mejoras que promovió la ley Kimel y al “riesgo que sigue produciendo la posibilidad de buscar responsabilidades ulteriores en acciones de daños y perjuicios”. Mencionó dos casos que involucran a “operadores judiciales”: el caso Acevedo-Canicoba Corral y la demanda de tres jueces del Tribunal Oral Federal de Mar del Plata contra el ex fiscal Luis Moreno Ocampo. “Lo importante es el claro blindaje corporativo del sistema judicial cuando se critica el desempeño de algún juez”, sostuvo.

“El libro ayuda a pasar en limpio las discusiones, complejizar los temas pendientes y mostrar cómo las discusiones trascienden el debate central de la ley de medios. Hay temas que fueron reflejados en ese debate pero hay cuestiones que lo trascienden”, aportó Abramovich. Como desafío a futuro, mencionó la discusión de “políticas antidiscriminatorias que se proyectan sobre los medios”. “Es un debate nuevo, que reabre la discusión del control de contenidos desde una agenda de protección de derechos”, expresó.

“Es fundamental impedir que los que se beneficiaron económicamente en los ’90, en asociación con los sectores políticos que condujeron aquel proceso, aturdan con su propia única voz. Es una tarea democrática de primer orden que requiere de una enorme fuerza social organizada. No me refiero únicamente al Grupo Clarín. En la selva comunicacional hay muchos otros animales muy peligrosos”, concluyó Verbitsky. Y leyó un fragmento del libro al cual Loreti quería bautizar “Espejos y ventanas”: “Espejos para reflejar la mayor cantidad de expresiones posibles. Ventanas para ver el mundo y que el mundo nos vea”.

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