El público familiar que entra este otoño a la soleada y agradable sala del piso 5 del Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro, Bv. Oroño y el río) exclama cosas como "¡Qué lindos, los pajaritos!" al encontrarse con tres canarios vivos en una jaula adornada con flores. Sobre una reproducción de un Juicio Final, las aves depositan sus excrementos. Cagan, hablando mal y pronto. Se trata de "Jaula con aves", obra de León Ferrari que permanecerá expuesta allí 3 meses, ya que integra la colección Castagnino+Macro y fue elegida como caso de estudio para representar a Argentina en la segunda fase del proyecto Inside-Installations (www.inside-installations.org).

Este tableau vivant es ricamente alegórico: los lindos pajaritos segregan sobre los condenados el horror del tormento eterno. ¿Son tan inocentes? ¿Es realmente tan pío su piar? El funcionamiento de la ideología autoritaria como punto ciego del sujeto se pone en escena en esta máquina trágica. La obra, para lograr su efecto catártico, depende del devenir en el tiempo real que le da la inclusión de seres vivos. Y la obra admite siempre nuevas interpretaciones. Los píos que hoy condenan a los "negros de mierda", ¿no están acaso enjaulados en sus countries? ¿Podría alguno de estos canarios ser apodado "Su"?

Inside-Installations fue un proyecto de investigación en conservación de instalaciones realizado en Europa entre 2003 y 2007. En España lo coordina el MNCARS (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía), que lidera la participación de países de América Latina en el proyecto y en Argentina ha elegido como sede al IICRAMC (Instituto de Investigación, Conservación y Restauración de Arte Moderno y Contemporáneo) para participar con la colección contemporánea del Museo Castagnino+Macro de Rosario. El objetivo de esta fase es documentar la obra de Ferrari aplicando los protocolos previamente experimentados en Inside﷓Installations para Europa, y adaptar éstos a la situación local. La actividad en Rosario fue coordinada por Arianne Vanrell Velosillo, del Departamento de Conservación y Restauración del MNCARS y por Gabriela Baldomá, directora del IICRAMC. En el equipo participaron personal del IICRAMC y de las áreas de conservación, comunicación, curaduría, diseño, exposiciones y educación del Macro. "El arte contemporáneo lo que hace es romper con todos los parámetros de la conservación", cuenta Baldomá a Rosario/12.

-¿Dónde y cuando se crea este instituto? ¿Quiénes lo crean, y qué hace?

-A este instituto lo crea la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Rosario, puntualmente el Secretario de Cultura, Fernando Farina, el 2 de junio de 2008. Lo que hace es trabajar sobre la gestión de la conservación de todos los museos municipales. Un instituto especializado en conservación de arte contemporáneo, la relación que tiene con el Macro es muy directa. Y justamente se crea para dar respuestas a estos nuevos desafíos que plantea el arte contemporáneo para la conservación. Una de las cosas que hicimos fue entrevistar a León Ferrari, quien nos dijo qué pasa con esta obra, porque esta obra es abierta. Cada vez que se crea la obra, se crean otras obras. A esas reproducciones intervenidas hay que hacerles todo un proceso para fijar los excrementos, y después se enmarcan. Y a esas reproducciones el autor quiere que el museo las venda o las done. Se van a ir colgando, a medida que va pasando la muestra, alrededor de la obra. Todas las reproducciones pertenecen al museo. Y quien legitima las reproducciones es el IICRAM. Pero quien dice cuándo la reproducción está intervenida es el curador. En este caso es Roberto Echen. El tiene que firmar.

-¿Protocolo, técnicamente, qué significa?

-Los protocolos son procedimientos o instructivos. Colgar un cuadro es mucho más sencillo que montar una instalación. Entonces, muchas veces, cuando falta información, uno comete el error de armar otra obra que no sea la que el artista hizo. Por ejemplo, en esta obra al artista le interesa que en el texto (la obra lleva un texto; para él eso es muy importante) coincida el nombre de cada artista con la reproducción. Nosotros tenemos tres versiones del motivo del Juicio Final: de Fra Angélico, del Bosco y del Giotto. Entonces cada vez que se exponga uno, tiene que ser correlativo con el texto.

-¿Y los pájaros?

-A los pájaros, una vez que se termina la obra, se los devolvemos al lugar donde los compramos. Si alguien se los quiere llevar, se los lleva. Y si esta obra se expone en otro lugar, los pájaros se compran en el sitio donde se va a exponer. Pueden ser canarios, pero también pueden ser palomas u otros pájaros. Armamos un protocolo sobre cómo limpiarlos, cómo alimentarlos... tuvimos que asesorarnos con un veterinario. ¡Nunca me hubiese imaginado yéndole a consultar a un veterinario qué come un canario!

-¿Qué va a constar en esa documentación?

-Van a constar diferentes protocolos. Uno para guarda, otro para el montaje de la obra. También hay protocolos para el préstamo. Esta obra se va a ir con las reproducciones, pero las reproducciones tienen que volver. Los canarios van a quedar en el lugar donde se preste. Ganamos un subsidio de la fundación TyPA, y a partir de esto vamos a ver si lo podemos ir implementando en toda la colección. La idea de documentar no es acumular información, sino que esa información sirva. Antes teníamos esta obra pero no habíamos pensado todas estas cosas. En arte contemporáneo, muchas veces uno hasta se cuestiona qué es lo que conserva de la obra. Porque a veces lo material no es la obra.