El Tribunal Constitucional denegó ayer el pedido de excarcelación del líder secesionista Jordi Sánchez, quien fue propuesto como candidato para ser investido presidente del gobierno catalán el próximo lunes. Esta decisión judicial es independiente de la que tiene que tomar el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, sobre la puesta en libertad del diputado. El magistrado Llarena dio ayer cinco días a las partes para que se pronuncien sobre la petición de Sánchez, lo que significa que podría no tomar una decisión antes de lunes.