Hace tres años que Micaela denuncia a su ex pareja por hostigamiento, amenazas y violencia. El último fin de semana, Nahuel B. colgó pasacalles en su barrio, con los que la acusó de "corrupta y drogadependiente". También estampó una foto de ella. Las amenazas van in crescendo y lo último que prometió es que le va a cortar el rostro: "Ya cumplió todo lo que dijo, ¿ahora van a esperar que me corte la cara para detenerlo?", reprochó la joven al Ministerio Público de la Acusación, donde entre ella y su familia presentaron 16 denuncias. Desde el organismo, indicaron a este diario que será citado a Fiscalía para una imputación por amemazas y hostigamiento. "No vamos a permitir que quede en libertad", dijo Fernanda Serna, de la ONG Ademur, que acompaña a Micaela, ante la posibilidad de que el acusado no sea detenido.

La mujer se puso en pareja con el agresor en 2013. Dos años después le hizo la primera denuncia, cuando se dio un violento episodio en el que ella terminó golpeada, en Fiscalía, con el arma de él en la mano, para entregarla a los invetigadores. "Nunca hicieron nada", dijo la mujer, que es empleada del estado. Además, recordó que en 2012, el acusado fue denunciado por su ex pareja, por incumplir una prohibición de acercamiento.

El domingo, Micaela se despertó con los golpes de los vecinos en la puerta. Eran las 6.30 de la mañana cuando le fueron a avisar del pasacalles colgado en Campbell y Gálvez. El calvario fue relatado en primera persona. "Vengo sufriendo violencia, acoso y hostigamiento desde hace años. Hice varias denuncias y muchas veces me vi sin poder salir, el miedo me paralizaba. En marzo de 2017 intervino y me acompañó el Centro de Asistencia Judicial, y me dieron un botón de pánico, que tuve que activar", reveló. "Muchas veces llevé a Fiscalía las capturas de pantallas porque él usó mi identidad en un Facebook, me mandan mensajes, pero a mí solo me citaron a Fiscalía para ver si yo estaba de acuerdo en que se le devuelva el arma porque él la estaba reclamando. Dije que no, que mantenía la denuncia", recordó.

En los últimos días, la violencia se extendió a la familia de la víctima: tiró ácido y líquido de frenos en el auto de su hermano, e hizo lo mismo en el portón de la casa de la madre y la hermana de la mujer.

Micaela tiene un hijo de 10 años y manifestó su temor en varias oportunidades. Incluso, contó que anteanoche el acosador estaba en un auto, en la esquina de su casa, con un arma.

Micaela reveló una situación llamativa: "Nuestros abogados nos citaron para una mediación, pero no hubo fiscal, ni nadie de por medio", reprochó. Ya agregó: "Les dejé cartas al gobernador Miguel Lifschitz y al ministro Maximiliano Pullaro, porque nunca me atendió la fiscal María Teresa Granato". Ayer, después de la insistencia, fue atendida por la fiscal. "Le dijo que se llevaría el expediente a su casa para trabajarlo, porque aún no estaban unificadas todas las denuncias. Pedirá imputativa y queremos que esté preso, no vamos a permitir que quede en libertad", dijo Serna.