El Tribunal Oral Federal Nº2 de Rosario pospuso hasta el 5 de abril próximo el inicio del juicio oral en la causa por delitos de lesa humanidad conocida como Feced III, cuyo comienzo estaba previsto para mañana. La tercera postergación generó el repudio de los organismos de derechos humanos: "El jueves estaremos igual en la puerta del tribunal para repudiar este nuevo beneficio a los genocidas, para decir que cada postergación es otro paso en favor de la impunidad de los asesinos y torturadores". Los magistrados informaron que la postergación se debió a que se encuentran pendientes de resolución planteos realizados por dos de los jueces, quienes solicitaron a la Cámara Federal de Casación Penal ser apartados de intervenir en este juicio oral.

La Asamblea Permanente por los Derechos Humanos entendió que "las defensas son libres de realizar todos los planteos que consideren pertinentes pero el rol ineludible del tribunal es garantizar que se realicen las audiencias de debate". "Más allá del terrible impacto que estas decisiones provocan en los sobrevivientes, el incumplimiento reiterado de las fechas de inicio conspira contra el servicio de justicia acorde derecho. Se trata de los delitos más graves previstos en el ordenamiento jurídico, impunes por décadas", agrega el comunicado.

"Resulta inadmisible que cualquier planteo atinente a aducidos problemas de salud de represores resulte suficiente para postergar un juicio al punto de establecer una cuarta fecha de inicio. El tribunal es el garante de la legalidad. Las gambetas a la justicia son inadmisibles", remarcó la APDH.

Oficialmente se informó que resta realizar un examen médico al imputado capellán Eugenio Segundo Zitelli y resolver una solicitud de la defensa del también acusado Ramón Telmo Alcides Ibarra, quien pidió no participar de las audiencias previstas para el 15 y 16 de este mes con motivo de hallarse en reposo por prescripción médica.

Desde el espacio Juicio y Castigo, del que forman parte organizaciones de derechos humanos, gremiales, sociales y políticas de Rosario, manifestaron su "bronca y dolor" por la postergación del juicio e indicaron que "se trata de una nueva trampa con la que los personeros de la impunidad protegen a los criminales de lesa humanidad, responsables de los más aberrantes delitos, como de torturas, asesinatos, robos de bebés y desapariciones".