“Pudieron escuchar nuestros argumentos y ver la buena fe con la que estamos presentando nuestro caso”, dijo ayer el secretario de Comercio, Miguel Braun, al término de una reunión en Washington en la cual el gobierno nacional fue a pedir a Estados Unidos que excluya el aluminio y el acero de la Argentina en sus nuevas regulaciones proteccionistas. Braun mantuvo una reunión de veinte minutos con el secretario de Comercio norteamericano, Wilbur Ross, y otra con funcionarios de la Oficina del Representante de Comercio (USTR), de las que también formó parte el subsecretario de Comercio Exterior argentino, Shunko Rojas. El embajador en Washington, Fernando Oris de Roa, quien también participó de los encuentros, dijo que “la decisión del gobierno norteamericano de aceptar la solicitud argentina dependerá de que podamos probar que hacemos un serio esfuerzo para preservar la seguridad de ambos países, que estamos coordinando esa relación a nivel de seguridad”. El problema comercial surgió porque Estados Unidos anunció la aplicación de un arancel del 25 por ciento a la importación de acero y del 10 por ciento sobre el aluminio.