“La tendencia es clara: la inflación está bajando y seguirá bajando”, aseguró ayer el jefe de Gabinete, Marcos Peña, durante la presentación de su informe de gestión ante la Cámara de Diputados. La promesa del funcionario quedó desautorizada por el Indec a las pocas horas cuando informó que el IPC de febrero escaló 2,4 por ciento. Impulsado por los aumentos en las tarifas de los servicios públicos y el transporte, el dato marcó un fuerte incremento contra el mes anterior cuando se había registrado un alza del 1,8 por ciento (ver página 7). 

“No estamos usando muletas ni incubando una crisis que nos haga retroceder al punto de partida”, lanzó el ministro coordinador, para quien “el año pasado la inflación fue menor que en 2016 y este año será más baja que en 2017”. Desde la oposición cuestionaron la persistencia de los elevados niveles de inflación. Legisladores del Frente para la Victoria y el Frente Renovador que interpelaron a Peña advirtieron sobre la pérdida de puestos de trabajo en la industria y el retroceso en la capacidad de compra de salarios y jubilaciones. 

“Estamos bajando la inflación sin atajos, con tipo de cambio flotante y actualizando las tarifas de los servicios públicos que era necesario corregir para poner los subsidios en los lugares que más lo necesitan”, expresó Peña al defender la meta de inflación del 15 por ciento que semanas atrás describió como una “pauta orientadora”. “No es un proceso lineal y por eso a veces parece que se demora”, consideró el funcionario. Como indicó Peña, el registro de 2017 fue inferior al de 2016. El año pasado el IPC terminó con un aumento 24,8 por ciento y en el primer año de Cambiemos alcanzó el 41 por ciento, que representó el registro más elevado desde 1991. Con los niveles observados en diciembre, el gobierno de Mauricio Macri consiguió que la economía local retome aumentos similares a los exhibidos al finalizar el mandato de Cristina Fernández de Kirchner. 

“Hace dos semanas Macri vino al Congreso a contarnos una realidad que solo ellos perciben. Mintió. Y ahora miente Peña. Tomando el IPC CABA, el salario real cayó 7,1 por ciento en promedio y las jubilaciones 8,4 por ciento. De todo el empleo creado el 60 por ciento fueron monotributistas. En tanto, en la industria se perdieron 62 mil puestos de trabajo”, lanzó el diputado del FpV Axel Kicillof, al cuestionar el escenario presentado por Peña. “En estos dos años de gobierno, aumentó el déficit fiscal, la inflación acumulada fue 88 por ciento y la devaluación fue del 108 por ciento. Esa es la situación real. Gobiernan desde un country”, ensayó el ex ministro de Economía. Frente a una consulta realizada por la legisladora renovadora Mirta Tundis, el jefe de Gabinete aseguró que los jubilados “van a ganar por arriba de la inflación”. 

“No nos debe asustar el crecimiento de las importaciones si centralmente son de bienes de capital, para que nuestras empresas crezcan e inviertan”, consideró Peña al descartar que exista una “avalancha de importaciones”. Desde la perspectiva del funcionario, “no podemos seguir pensando en el modelo de vivir con lo nuestro. No hay una sola economía del planeta que se haya desarrollado de esa manera”. La apertura comercial se convirtió en un instrumento nodal de la estrategia antiinflacionaria oficial. El desmantelamiento de las herramientas de administración comercial busca garantizar el disciplinamiento de los precios internos al habilitar el ingreso de productos baratos del exterior, fundamentalmente de origen asiático. La apertura permitió en distintas etapas de la historia argentina contener las subas de precios a costa del desarrollo industrial y el empleo.