• Unidos y transpirados. El calor en el club Villa Tesei se fue tornando insoportable. A medida que pasaban las horas, los congresales, los dirigentes y los periodistas se encontraban ya con las camisas a medio transpirar. En la mesa del escenario el matancero Fernando Espinoza padecía al igual que muchos de los militantes que se encontraban sentados aguardando el momento de votar. Un dirigente del conurbano señalaba a otro entre el público “cómo hacen las chicas para mantenerse” sin tanta transpiración. La respuesta que consiguió tuvo ribetes de liturgia cuando le dijeron “eso no importa, el final del congreso nos encontrará Unidos y Transpirados”.
  • Cantitos. Los cantitos fueron una de las distracciones que encontraron los congresales para paliar la amansadora que tuvieron entre las nueve y las trece, cuando comenzó el congreso.  El hit del verano se escuchó en varias oportunidades con la gente gritando a viva voz el pegajoso MMLPQTP, que recuerda a la familia del presidente Mauricio Macri acompasado por manos y en algunos casos movimientos de cadera. Apenas iniciado el Congreso, un grupo de jóvenes empezó con “somos de la gloriosa juventud peronista somos los herederos de Perón y de Evita”. Lo que parecía decaer por falta de adherentes se encontró con la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, que se paró con los dedos V a cantar con entusiasmo y contagió al resto del Congreso que termino entonando al unísono el homenaje a la tenacidad de los jóvenes peronistas cuando dice “no nos han vencido”.
  • De CFK a Rucci. El peronismo es así, suelen decir cuando se resalta los distintos grupos internos que lo componen. El intendente local, Juan Zabaleta, comenzó su discurso reconociendo a los armadores el peronismo y su enseñanza a la militancia. Comenzó el recorrido con Antonio Cafiero, luego pasó por Eduardo Duhalde, Felipe Solá y Néstor Kirchner el más aplaudido por todos. Cuando finalizó y en un silencio en el club, se levantó un congresal y le exigió que en esa lista debía estar Cristina Fernández de Kirchner, lo que logró que el Congreso rompiera en aplausos. Un rato después, el presidente del partido, Gustavo Menéndez, pidió un minuto silencio para los fallecidos peronistas a lo largo de la historia. En medio del silencio, desde el fondo, otro congresal pidió recordar al secretario de la CGT, José Ignacio Rucci. No despertó tantos aplausos pero si el reconocimiento hacia el dirigente gremial.