La defensa del núcleo duro de la banda de Los Monos aseguró ayer que la investigación fue una "excursión de pesca" para acusar a la familia Cantero. "Necesitaban una excusa para investigar a esta familia y usaron el homicidio de Martín "Fantasma" Paz ‑por cuya muerte se inició la causa por asociación ilícita‑, pero no investigaron ese crimen, porque nunca les importó", dijo el abogado Fausto Yrure. Al mismo tiempo, apuntaron a "que se declare la nulidad absoluta de las intervenciones telefónicas, por falta de fundamento" al ordenarlas. Yrure dijo que fueron hechas a pedido de la División Judiciales a partir de sus informes de calle, y acusó al juez Juan Carlos Vienna: "Fue todo una mentira y Vienna la consintió". Carlos Varela agregó: "Es paradojal: se creó una real asociación ilícita para tratar de encontrar una asociación ilícita. La real fue la de la brigada operativa". Y fue más allá: "Esa brigada montó un espectáculo, con la anuencia del anterior gobierno, cuando la Justicia Federal metió preso a (el exjefe de policía provincial, Hugo) Tognoli".

Tras los pedidos de pena que hizo la Fiscalía para los imputados por asociación ilícita y cinco homicidios, ayer la defensa estimó que no hay elementos contra sus clientes. Según indicaron, ellos sí lograron acreditar la "ilegalidad de la persecución penal" y mencionaron uno de los viajes que se le atribuye haber hecho al juez Vienna con el padre de la víctima del homicidio, a una pelea en Las Vegas. "En un mes (los integrantes de la brigada de Judiciales) consiguieron información de calle que no obtuvo Vienna en siete meses de investigación. Esta brigada es para el FBI. Son genios que tenían todo esclarecido. O los demás que investigaban, como Vienna y la división Homicidios, eran incapaces e incompetentes, o los de la brigada son mitómanos útiles para esta historia", dijo Yrure.

Los defensores apuntaron a una serie de elementos que podrían haber derivado en otras hipótesis de investigación sobre el homicidio de Paz, como las últimas comunicaciones de la víctima, en las que se hablaba de una deuda de dinero. "No se investigó otra línea", dijo el representante de la defensa; y recordó que en la audiencia, uno de los policías que fue testigo dijo que no investigaron Diego Cuello (con quien Paz habló antes de morir) porque era parte de la banda. Sin embargo, en el organigrama que elaboraron no estaba su nombre. Varela agregó que a Cuello "lo obligaron a firmar una declaración" contra los integrantes de la banda. "Contó que lo trasladaron al Tribunal y se encontró con un juez que avaló el accionar ilícito policial".

Varela agregó que los policías actuaron de manera "irregular y delictiva". Y agregó: "Es una ficción ver a Cristian Romero, Luis Quevertoque y Ariel Lotito, como policías. Estas personas dejaron hace mucho de ser policías, son solo delincuentes. Fueron echados de las investigaciones de la Justicia Federal por irregularidades e ilícitos en las investigaciones, en 2007. Se refugiaron en la creación de esta brigada. Quedó evidenciada, como nunca, su capacidad de mentir", dijo Varela, quien apuntó a que el exsecretario de Seguridad nacional, Sergio "Berni pidió disolver la brigada de judiciales, porque sabía que eran delincuentes". Y recordó: "Alguna jueza citó a Romero para que declarara por todo el despliegue en Pilar, tras la muerte de Luis Medina, cuando corrieron a recuperar pruebas que vinculen a algún personaje de esta provincia. Pero fue protegido por el gobierno de entonces y no compareció. Y no pasó nada. Esa impunidad es la que permitió que este tipo de causas pueda continuar. Los fiscales no los tocaron a Quevertoque, Lotito y Romero, porque creyeron que debilitarían la tramitación de esta causa y todos lo sabemos, desde el Procurador hasta el último empleado del Tribunal", acusó.

Al referirse a los partes informativos de la brigada al juez Vienna, y que derivaron en las escuchas, mencionaron que "no hubo un solo testigo civil que avalara los partes informativos". Más tarde, Yrure nombró a seis testigos que no validaron la acusación, cuando se sentaron a declarar frente al Tribunal. Algunos de ellos ‑recordó‑ dijeron que les habían armado la declaración.

Tal como dijo el letrado, no hay imputados por la muerte de Paz; pero la causa derivó en la caratula de asociación ilícita: "Si no tenían autores determinados, la investigación debió ir a una fiscalía NN. La rueda de personas sobre Norberto González ‑fallecido y sindicado sicario de la banda‑ dio resultado negativo", dijo sobre el hombre al que se acusó en un primer momento, por ése y otros hechos. Incluso, un testigo dijo que su declaración escrita apuntaba a que este sicario le había baleado la pierna por no querer trabajar para los Cantero, pero Yrure recordó que para esa fecha González estaba preso en otra causa, sin conocimiento del personal de la brigada de Judiciales a la que acusó de armar ese testimonio. También recordó que "había vainas servidas en el auto de Paz y que el dermotest que le hicieron dio positivo, como que disparó un arma, pero fue una hipótesis que jamás se investigó", lamentó.

Sobre el pedido de nulidad de las escuchas, Yrure también señaló que "la versión que se tomó para las intervenciones fueron partes de información de calle, sin fundamento. En ocho meses Vienna no tenía un solo dato y de repente, le cayó una brigada del cielo con un informe. Directamente decía que los que mataron a Paz fueron los Cantero".

Con respecto a la acusación de la Fiscalía sobre la "rentabilidad de la violencia", el abogado Adrián Martínez indicó que "se habló de un gran caudal de dinero que ingresaba", pero "no hubo un solo allanamiento de los cientos que hicieron en el que se secuestrara un monto de por lo menos 10 mil pesos. De los millones de pesos quedaron, como dice Brandoni en la película, tres empanadas", ironizó.