El papa Francisco se comunicó ayer con la madre de la concejala brasileña acribillada, Marielle Franco (foto), para brindarle su apoyo. El llamado tuvo lugar en medio de las múltiples protestas por el asesinato, el miércoles pasado, de la dirigente social. La información fue confirmada por la propia madre de Franco, Marinette, tras la masiva manifestación que se realizó el martes por la noche en el centro de la ciudad para recordar a la activista. Marinette señaló que, durante la conversación que mantuvieron, el Papa le manifestó su solidaridad y afecto en virtud del doloroso momento que está atravesando. Según relató la madre, la comunicación de Francisco llegó ayer por la mañana tras la carta que había enviado previamente la hija de Marielle, Luyara Santos. La misiva había sido entregada por allegados al dirigente argentino Gustavo Vera, según relataron medios brasileños como el diario O’Globo y también confirmó la Fundación Alameda. Marinette había organizado el martes por la noche, junto con la hermana de Marielle, Anielle, un nuevo acto en memoria de la concejala ejecutada el miércoles pasado por la noche en Río de Janeiro. “Estoy con la sangre en los ojos para buscar justicia. No voy a descansar hasta que eso no sea resuelto”, sentenció Anielle Silva, durante el encuentro, que estuvo precedido por una ceremonia ecuménica. Luego, en un acto simbólico, los familiares modificaron la placa de la avenida Río Branco, en el centro de la ciudad, y lo reemplazaron por el nombre de Marielle. Los resultados de las pericias policiales indicaron días atrás que las balas disparadas contra el automóvil en el que viajaba la dirigente de 38 años habían sido adquiridas en 2006 por la Policía Federal en Brasilia a la empresa de armamento CBC. Franco había sido miembro de la comisión parlamentaria contra las milicias parapoliciales en el Concejo Deliberante de Río y era informante de la comisión parlamentaria carioca sobre la intervención militar decretada por el presidente Michel Temer.