Proyecto Florida
Siempre hemos vivido en el castillo
Desde hace varias películas Sean Baker se está transformando en un cineasta fundamental y diferente. En Startlet miraba a la pornografía desde la inesperada amistad de una joven actriz y una anciana; en la reciente Tangerine, filmada en Iphone, seguía a dos chicas travestis en sus recorridos frenéticos por Los Angeles; en The Prince of Broadway contaba el encuentro de chico con su padre, que ni siquiera sabía de su existencia. En Proyecto Florida, inesperadamente oscarizada con una nominación para Willem Dafoe, cuenta la historia de Moonee, una nena de seis años que crece en un hotel de las afueras de Orlando llamado Magic Castle. Pero ella y su madre están lejos de ser princesas de Disney: son sobrevivientes, buscavidas, nómades bajo un techo precario. Se estrena la semana que viene y en esta entrevista exclusiva Baker habla de cómo fue filmar en un hotel real con actores debutantes, de esa población invisible que son los “homeless escondidos”, de cómo filmar personajes y mundos marginados sin caer en el paternalismo o el miserabilismo y de sus homenajes a las infancias silvestres según Pialat y Truffaut.
















