Hacia 1976, Horacio Alejandro López Carmelo, de 13 años, ya se definía militante social. Colaboraba en barrios humildes, acercando mercadería y tratando de cubrir necesidades de la gente de la zona. Así conoció a Valentín, apodado “Titin”, un botellero del barrio, que por una enfermedad de su esposa se hizo cargo de sus 7 hijos. Uno de ellos, Osvaldo, de solo 12 años, se hizo amigo de Horacio y comenzaron a colaborar juntos en los barrios. En 1978, Horacio fue secuestrado y fue liberado después de dos años. En 2016, Horacio se acercó a la Dirección General de Derechos Humanos de la Municipalidad de Moreno para realizar los trámites de reparación a ex presos políticos y realizó distintos trabajos de territorio para poder aportar al archivo de la memoria testimonios y testigos. El 6 de febrero pasado, Osvaldo acudió a la Dirección, tras enterarse del trabajo que la municipalidad de Moreno estaba realizando, para averiguar si sabían del destino de su amigo. “Quiero saber dónde está, si está muerto, si lo mataron, quiero llevarle una flor a un cementerio”, dijo. El domingo 11 de marzo en las oficinas de la Dirección General de Derechos Humanos de la municipalidad se produjo el reencuentro. Hubo abrazos, lágrimas, risas, mates y los amigos jugaron una postergada revancha de billar que tenían pendiente.