El ex agente de Inteligencia del Ejército condenado a perpetua por delitos de lesa humanidad en Rosario, Eduardo “Tucu” Costanzo fue denunciado por violar la prisión domiciliaria con la que fue beneficiado. Así lo revelaron los organismos de derechos humanos de la provincia de santa Fe, que publicaron registros del represor volviendo de hacer las compras en un mercado cerca de su casa.

Costanzo fue integrante del Batallón de Comunicaciones 121 del Segundo Cuerpo del Ejército y fue represor en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes, Escuela Magnasco, Fábrica Militar de Armas “Domingo Matheu”, La Intermedia y La Calamita. Fue beneficiado por la ley de Punto Final. Una vez caída esa legislación por inconstitucional, el “Tucu” fue condenado en 2010 por 24 secuestros y 16 homicidios en la causa Guerrieri I. Más tarde fue sentenciado por torturas y desapariciones contra otras 47 personas, 14 de las cuales fueron asesinadas en los vuelos de la muerte. Por entonces, reconoció “haber envuelto los cadáveres con frazadas para no dejar manchas de sangre en el avión”.

La Comisión Antirrepresiva por los Derechos Humanos y la Unidad por los Derechos Humanos de Rosario denunció el viernes pasado que el represor “se pasea libremente, violando lo que en los papeles figura como prisión domiciliaria” y que más de una vez fue visto moviéndose por las calles “sin control alguno de quienes debieran asegurar que tal enorme burla a los compañeros caídos no se consume”. El hecho fue mencionado durante la marcha por el Día de la Memoria que el sábado pasado se realizó en la ciudad santafesina de Rosario. Alicia Bernal, querellante en una de las causas por la que Costanzo fue condenado, presentó una denuncia judicial para dar cuenta de la violación de la domiciliaria.

Bernal es hija de Rubén Messiez, desaparecido durante la dictadura cívico militar en el centro clandestino de detención La Calamita, que funcionó en la localidad de Granadero Baigorria. La organización La Poderosa sumó a esta causa un video registrado por sus redactores en la que se ve al represor entrar a su vivienda con un canasto de compras, acompañado por una mujer. “Horas antes de completar la muestra fotográfica que montamos el 24 de marzo en Plaza de Mayo, repudiando la prisión domiciliaria para los genocidas, un equipo de La Poderosa-Rosario trabajaba frente a la casa del represor Eduardo ‘Tucu’ Costanzo, cuando se topó con esta tenebrosa sorpresa que hoy pondremos en manos de la Justicia, a nombre de la Verdad: el represor caminando por la calle, con total impunidad”, denunció la organización. 

Costanzo fue uno de los pocos represores que brindó datos sobre la represión en Santa Fe y varias veces fue entrevistado por la prensa. Goza del beneficio del arresto domiciliario desde 2008, cuando denunció que fue víctima de intentos de asesinatos por parte de sus ex camaradas.