El arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, aprobó un protocolo para “prevenir y concientizar” a los feligreses sobre “la gravedad que revisten los abusos a menores de edad” y establecer “normas de actuación” que ahora se deberán seguir en casos de denuncias de esos delitos. La norma de actuación frente a la denuncia de abusos sexuales establece mecanismos de actuación para la Iglesia, pero no la obligación de denunciar los hechos ante la justicia. Se trata de las “Normas arquidiocesanas de comportamiento en el trato con menores de edad y adultos vulnerables”, y del “Protocolo arquidiocesano de actuación ante la sospecha o descubrimiento de abusos sexuales”. Quien reciba información sobre un abuso “deberá inmediatamente poner la noticia en conocimiento de superiores y de los padres, tutores, curadores o apoyos”. Pero serán los padres, familiares y tutores quienes “podrán realizar una presentación en organismos provinciales de protección al menor en no más de cinco días hábiles”. Y si la denuncia o sospecha fuera contra un religioso, dará traslado al superior, procurando que la investigación eclesiástica “no interfiera con los procedimientos estatales”.