Las Noches de Piano están ocurriendo ‑otra vez, se trata de su segunda edición‑ en el Auditorio Príncipe de Asturias de Parque de España (Sarmiento y el río). Distintos artífices, artistas y ritmos, alrededor de este instrumento querido y celebrado. Todavía faltan dos noches, y serán impresionantes.

Hoy a las 21 el turno es del rosarino Lucas Querini; la compositora y docente Lilián Saba; y el dúo César Lerner‑Elías Gurevich, quienes también darán lugar al violín, acordeón y percusión. Mañana a las 20, será el momento de Leonel Lúquez, el dúo Hernán Jacinto y Fabio Cadore, y el Trío Lavallén/Estigarribia/Cabarcos.

"Para mí, todos los encuentros son importantes y necesarios. Nosotros, los pianistas, tenemos la particularidad de que quien nos convoca en general es el instrumento; en este caso es el instrumento precioso que está en el auditorio del Parque España, así que estoy feliz de llegar a ese lugar, de tocar ese piano, y de estar compartiendo el momento con artistas distinguidos", le dice Lilián Saba a Rosario/12. Y agrega: "Ya he tocado este piano y fue inolvidable, justamente porque no siempre a los pianistas se nos da la oportunidad de tocar un hermoso piano, sino que en general tenemos que tocar instrumentos un poco inferiores de los que nosotros mismos tenemos, pero un piano así, tan bello y generoso en la sonoridad, logra que quien lo toca lo sienta como algo muy especial. Cuando hay un buen instrumento, uno puede llevarse bien y lograr que la gente comparta la comodidad que uno siente".

La pianista y docente Lilián Saba y su causa: "Quien nos convoca es el instrumento", dice.

La apreciación de Saba coincide con la de Pablo Estigarribia, quien estará presente mañana: "Es un piano espectacular, así como el lugar", y no oculta palabras de agradecimiento hacia los organizadores, porque "siempre tienen un cuidado fundamental por el artista, por la música, los lugares y los instrumentos. Se trata de personas que aman la cultura y la cuidan".

La atención hacia estos aspectos determina los repertorios. De hecho, Saba presentará esta noche "temas que estoy grabando actualmente para un nuevo disco, un disco en donde la mayoría de estos temas son obras para piano o arreglos para piano solo. Algunos son míos, otros son de músicos populares argentinos, clásicos, desde una zamba a una milonga, hay también chacarera, algún tango, hay candombe; de todo un poco. Es un material que espero poder editar este año".

La reconocida pianista destaca a Rosario como "una capital de la cultura muy especial, porque cuida mucho a los artistas. Este año visito por tercera vez Rosario, y para mí es un gran honor. Es una ciudad donde se hace el Encuentro Nacional de Músicos, y creo que es el único lugar de Argentina donde se mantiene. Por otra parte, este ciclo de piano, que es tan interesante, ojalá se realice durante muchos años más. Sobre todo por el momento particular del país, cuando no hay muchos lugares y muchos ámbitos se han cerrado, cuando en los sectores oficiales casi no hay presupuesto para la cultura. Rosario es como una perlita que ojalá siga así, desarrollando la parte cultural, porque es importante para los artistas y porque es una necesidad para la gente, una necesidad espiritual que a veces se ve superada por otras necesidades cotidianas".

La presencia del pianista Pablo Estigarribia implica también la del trío que conforma con los extraordinarios Víctor Lavallén (bandoneón) y Horacio Cabarcos (contrabajo). Una tríada que conjuga a dos históricos con el temperamento de alguien que tiene bien en claro por dónde caminar su amor por el tango. "En la música, cuando te tocan oportunidades así, el que piensa pierde. O sea, para hacer este tipo de cosas es fundamental tener cierto grado de inconsciencia. En algún momento me pasó el pensamiento de decir 'pucha, Cabarcos antes se daba vuelta y cuando miraba al pianista, ése era Salgán'; o 'cuando se daba vuelta Lavallén, estaba Pugliese, y ahora estoy yo'; y bueno, no se puede pensar, hay que pensar que la vida lo puso a uno ahí por algo, y hay que tratar de hacer lo mejor que se pueda", refiere el pianista.

Abocado a una atención histórica y musical, que lo vuelve un referente del porvenir tanguero, Estigarribia señala que "para el avance, el revisionismo es fundamental, es como saber de historia, porque siempre te ubica respecto de para dónde puede ir el futuro. Para mí, conocer a nuestros antepasados me parece que siempre es una ventaja al momento de escribir tango. No sé en qué voy a terminar artísticamente, pero lo que sé es que amo el tango y lo voy a amar toda la vida. Y siempre le voy a estar agradecido, porque para la edad que tengo ‑nací en el '85‑, tuve muchos privilegios. Grabé un disco entero con Lavallén y Cabarcos (De menor a mayor),este año sacamos un disco con María Graña (María y Pablo), Leopoldo Federico grabó arreglos míos con una orquesta que yo había armado. Realmente, soy un privilegiado".

Este privilegio da cuenta también del camino profesional elegido, con consciencia de los cambios ocurridos. "Lavallén y Cabarcos eran mis héroes del tango ‑y lo siguen siendo‑, desde que empecé a estudiar en la Orquesta Escuela (la Orquesta de Tango Emilio Balcarce), cuando tenía 19 años. La formación del trío se dio de un modo fortuito, porque por una cuestión de vergüenza profesional jamás los hubiera llamado para que tocaran conmigo. En lo personal, por ejemplo, Horacio cambió mi manera de marcar para siempre, él es de una escuela más 'troileana', mientras que Lavallén es más bien 'pugliesiano'. De Lavallén fui copista durante muchos años, y aprendí a escribir un poco gracias a que él me empujó. Es decir, les estoy en deuda a ambos. Creo que si uno quiere llegar a hacer tango contemporáneo, primero tiene que tener clarísimo cómo es el tango tradicional, tiene que transpirarlo. Me parece que ése es un camino que tiene un recorrido interesante".