La Justicia federal imputó a tres comisarios y un principal de la Policía Bonaerense en una investigación que detectó que la desaparición de más de media tonelada de marihuana incautada en un procedimiento no podía atribuirse a que la droga “había sido comida por los ratones”, como habían asegurado los uniformados. Por la misteriosa desaparición del material secuestrado, el ministerio de Seguridad realizó un sumario administrativo, en el cual terminó imputando a los tres comisarios, pero aún no apartó a ninguno de ellos de su cargo. 

El faltante en el depósito fue detectado en abril del año pasado, cuando el comisario Emilio Portero relevó en la Delegación Departamental de Pilar a su par, Javier Specia, quien poco antes había relevado a otro comisario, que había sido trasladado a Moreno, según informó el diario Ambito Financiero. En el cambio de mando, Portero habría detectado que lo registrado en el inventario del Depósito Judicial no parecía coincidir con las cantidades dejadas en guarda allí, por lo que notificó a la División de Asuntos Internos de la bonaerense y radicó una denuncia en el Juzgado Federal de Campana. 

Por orden del juez Adrián González Charvay, la Gendarmería Nacional allanó el galpón. El relevamiento estableció que, en lugar de seis mil kilos de marihuana, como indicaban los registros oficiales, en el lugar había 5460, es decir, 540 kilos menos. Cuando González Charvay los citó a declarar, los comisarios aseguraron que la droga “había sido comida por las ratas”, por lo que el magistrado dispuso un nuevo allanamiento y peritajes que pudieran establecer la veracidad de esa acusación a los animales. Los resultados no favorecieron la versión de los bonaerenses, que fueron imputados en una causa por infracción a la ley 23.737, de tenencia y tráfico de estupefacientes.