El sospechoso del caso García Belsunce, Nicolás Pachelo (que ahora adoptó el apellido de la madre, Ryan), fue detenido ayer vinculado con cuatro robos en casas del country Tortugas. La modalidad fue entrar a las lujosas viviendas cuando no había nadie, el jueves de Semana Santa. En algunas de las casas abrió cajas de seguridad con una barreta y en una de ellas directamente se llevó la caja. De acuerdo a fuentes de la investigación, en una de las viviendas había cámaras y de esa forma se identificó a Pachelo, quien vivió de joven en el Tortugas Country Club. Se lo ve en numerosas tomas, andando en bicicleta y en algún caso llevando una caja fuerte. Según los nuevos investigadores del caso García Belsunce, los fiscales Inés Domínguez y Andrés Quintana, María Marta fue asesinada cuando encontró ladrones dentro de su casa al regresar súbitamente después de un partido de tenis. La familia de la socióloga siempre señaló a Pachelo como relacionado con el crimen, en primer lugar por sus antecedentes de robo y en segundo lugar porque María Marta lo había denunciado. Sin embargo, el fiscal Diego Molina Pico sólo se concentró en acusar al viudo, Carlos Carrascosa.

La investigación que llevó a la detención de ayer fue realizada por otros dos fiscales de Pilar, Martín Otero y Raúl Casal, quienes intervinieron a raíz de robos en cuatro casas de Tortugas, uno de los countries más tradicionales de Pilar. Las víctimas fueron una hermana melliza del intendente de Pilar, Nicolás Ducoté; el hijo de uno de los dueños del Banco Piano; el empresario Osvaldo Brucco, dueño de Tequila y del restaurante Gardiner, y el financista Cristian Guerrier. Según el expediente, se robaron relojes de hasta 20.000 dólares e importantes cifras en dinero en efectivo. De acuerdo a los trascendidos, en el departamento de Pachelo, en Retiro, se encontró la vestimenta de estilo militar con la que apareció en las cámaras.

En la unidad de Brucco había cámaras y Pachelo no se dio cuenta. Eso permitió la identificación. En los registros de entrada del country no figura el nombre de Pachelo, lo que llevó a los investigadores a buscar quién actuó como cómplice. Todo indica que el individuo –una persona que trabaja en el country– está identificado y anoche se producían allanamientos en el propio Tortugas Country Club. La seguridad de esa institución participó activamente en la pesquisa, lo que permitió ubicar a Pachelo en su periplo del jueves santo. Una parte la hizo en bicicleta y otro tramo en un vehículo en el que se llevó lo robado.

En la investigación por el caso García Belsunce, Molina Pico nunca quiso profundizar la investigación sobre Pachelo pese a que había notorias pistas. Por ejemplo, Pachelo dijo que no estaba en el country El Carmel a la hora del homicidio de María Marta, pero las cámaras de seguridad demostraron que salió del country recién después del crimen. Tres jóvenes testimoniaron también que lo vieron trotando cerca de la casa de Carrascosa y María Marta. Por entonces, Pachelo ya tenía antecedentes de robo dentro del country y hasta se perpetró el secuestro del perro de los García Belsunce, a lo que siguió un pedido de 5000 dólares de rescate. Una doméstica que trabajaba en casa de Pachelo testimonió que el perro estuvo escondido allí.

El ahora detenido ya fue condenado a tres años de prisión tras confesar siete robos, todos en la misma modalidad: en casas, cuando sus habitantes no estaban. Buena parte de esos robos se produjeron después de partidos de fútbol que Pachelo disputaba con sus amigos. En esa ocasión les sacaba las llaves de sus casas que tenían en sus bolsos y luego entraba cuando sabía que no estaban. En una oportunidad, entró armado y encapuchado a la vivienda de un amigo y se encontró allí con la madre de su conocido. Se puede tomar ese hecho, un robo a mano armada, como antecedente de lo ocurrido con María Marta. En total se acusó a Pachelo por 12 robos, pero él terminó confesando siete. De los tres años de condena, cumplió dos y luego fue excarcelado.

Pachelo también estuvo preso en 2017 a raíz de que fue sorprendido vendiendo pastillas de estupefacientes en una fiesta electrónica privada. La policía infiltró el evento, en General Rodríguez, y lo detuvo cuando estaba a cargo de una especie de kiosco.

Más allá de esos episodios, el accionar de Pachelo se repitió de manera constante. Según el peritaje psicológico que se le hizo en su momento, Pachelo registraba una adicción al juego y sería esa la razón de los permanentes robos. El dato encaja en lo ocurrido en El Carmel, donde desapareció una pequeña cajita de caudales. Los fiscales Domínguez y Quintana se preparan para elevar a juicio el caso García Belsunce con el delito de homicidio criminis causa, es decir que María Marta fue asesinada para ocultar el robo que se estaba perpetrando. En la mira no sólo está Pachelo sino integrantes de la custodia de El Carmel. Después de la desastrosa instrucción de Molina Pico, que sólo se concentró en acusar al viudo Carrascosa, habrá que ver si 17 años después, los fiscales logran las pruebas suficientes.

[email protected]