El sacerdote Justo José Ilarraz será juzgado a partir del lunes 16 de abril en los tribunales de Paraná. Está acusado por siete casos de abuso sexual entre 1985 y 1993 en el Seminario Menor de Paraná, cuando se desempeñaba como prefecto de disciplina y guía espiritual de chicos de entre 12 y 15 años de edad.

El caso fue expuesto en septiembre de 2012 por la revista Análisis y derivó en una investigación promovida de oficio por el procurador general Jorge García y luego ratificada por siete víctimas que prestaron declaración en sede judicial. Sin embargo, los investigadores creen que el número de víctimas podría llegar a cuarenta o cincuenta.

Ilarraz asumió como prefecto de disciplina del Seminario Menor de Paraná en 1985. Estaba a cargo de unos cien niños que en, su mayoría, rondaban los 12 años. El cura en ese entonces tenía 30 años, conocía los orígenes de todos los chicos y cómo eran sus familias. La mayoría provenía de pequeñas comunidades rurales cercanas a Paraná.

En 1993, una de las víctimas comenzó a relatar a sacerdotes lo que le había pasado y dos años después, la Iglesia ordenó una “investigación cautelosa” sobre los hechos. Los resultados de la investigación fueron sigilosamente ocultados, pero en diciembre de 1996 Ilarraz fue sancionado: se le prohibió “venir y permanecer en el territorio de la Arquidiócesis de Paraná, así como tener comunicación de cualquier tipo con los seminaristas”. También intervino el Vicariato de Roma y recomendó enviarlo a otra diócesis para que pudiera seguir siendo cura. Entonces Ilarraz recayó en la provincia de Tucumán, en la localidad de Monteros, donde todavía reside y ejerce como sacerdote. La causa judicial avanzó con una serie de tropiezos e incluso el juicio se desarrollará a pesar de que está pendiente un planteo de prescripción que debe resolver la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Los jueces Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel integran el tribunal que deberá juzgar el mayor caso de abuso y corrupción de menores por parte de un miembro del clero en la historia de Entre Ríos. Los fiscales serán Juan Francisco Ramírez Montrull y Álvaro Piérola. Los querellantes, en representación de las víctimas, serán Santiago Halle y Victoria Halle; mientras que el sacerdote tendrá como defensor a Jorge Muñoz. Las audiencias del juicio serán a puertas cerradas y se extenderán hasta mediados de mayo. Entre los testigos se cuentan los arzobispos Estanislao Esteban Karlic, Mario Luis Bautista Maulión y Juan Alberto Puiggari. Cada uno tuvo un rol preponderante en el encubrimiento del caso y nunca denunciaron los abusos ante la justicia. También deberá comparecer el obispo de Tucumán, José María Rossi.