Sin jugar y a falta de cinco partidos, el Manchester City de Nicolás Otamendi y Sergio Agüero se consagró ayer campeón de la Premier League gracias a la derrota de su escolta y eterno rival, Manchester United, ante West Bromwich Albion por 1-0, que lo dejó a una distancia irremontable de 16 puntos. Además, significó el octavo título de liga para Josep Guardiola (tres con Barcelona, tres con Bayern Munich y uno con la filial del equipo catalán) sobre diez torneos dirigidos.

En la fecha pasada, el City había dejado pasar la oportunidad de festejar ante su clásico rival cuando perdió 3-2 con el mismo tras estar dos goles en ventaja. Lo que pudo ser una histórica jornada se transformó ayer en un austero festejo: sin jugar, con los futbolistas celebrando desde sus casas por redes sociales y con el recuerdo de la eliminación por Champions League sufrida en la semana. Tal fue la moderación que Guardiola se encontraba jugando al golf al momento del partido del United.

“Muy feliz por otro título logrado con este gran equipo y con tanto apoyo de nuestra gente”, tuiteó Agüero, quien es el máximo goleador del equipo en el campeonato con 21 goles y sumó su séptimo título en el club. Otamendi, por su parte, también dedicó una líneas en Twitter: “Gran trabajo muchachos. Nuestro esfuerzo, duro trabajo y dedicación tuvo sus frutos”. El ex Vélez jugó 32 de los 33 partidos en el torneo y marcó cuatro tantos.

Mientras tanto, en Francia también hubo festejos argentinos en el apabullante triunfo por 7-1 de PSG ante Mónaco, su escolta, que significó el sexto título para los parisinos en las últimas siete temporadas, todos obtenidos desde que los petrodólares qataríes se hicieron cargo del club. El partido consagratorio contó con dobletes de Angel Di María y Giovani Lo Celso; además, Javier Pastore también fue titular. Di María llegó, así, a los 17 goles en 22 partidos disputados en el año.