Un informe realizado por el Observatorio de Jóvenes, Comunicación y Medios de la Universidad de La Plata sobre el tratamiento de la juventud en la prensa gráfica dio cuenta que el 70% de las noticias que mencionan a jóvenes fueron publicadas en la sección policial, un 15% en información general, 10% en secciones regionalizadas (Nacional, Provincial, Local) y solo el 5% en otras secciones especializadas como Política o Cultura.

Si bien es real que la juventud no está ajena a las problemáticas del conjunto de la sociedad, como por ejemplo los crecientes índices de inseguridad de las últimas décadas, puede considerarse también que el discurso mediático está dejando afuera otras realidades de la vida de los jóvenes que quizás por ser menos espectaculares se naturalizan y no califican para obtener un estado de notoriedad.

Sin dudas se ha venido produciendo una estigmatización de la juventud que poco tiene que ver con la realidad de miles de jóvenes que todos los días van a la escuela y transitan las universidades con compromiso y con una capacidad de organización para resolver problemas cotidianos que podrían envidiar los líderes del mundo adulto que con el pasar de las décadas no ha podido, querido o sabido encontrar las soluciones para las dificultades que repetitivamente padece la Argentina.

Con el objetivo de visibilizar esa experiencia muchas veces silenciosa, tan real como poco difundida, Universidad entrevistó a referentes juveniles para consultarles cómo ven la participación política de los jóvenes, si creen que puede incentivarse el compromiso y sobre cuáles son los desafíos para el movimiento estudiantil durante los próximos años.

La participación en la política

Sobre la participación de los jóvenes en la política, el presidente del Centro de Estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires, Iñaki García Ribas, coloca en perspectiva el vínculo de los las nuevas generaciones con la política: “Me parece que a lo largo de los años han habido muchos cambios en cómo se relaciona la juventud con la política. Por suerte, siento que formo parte de una juventud que no le tiene miedo a la política, que sabe que es una herramienta y que puede, y en ciertos casos debe, utilizarla para sacarle el máximo provecho. Los estudiantes respondemos y nos conmovemos ante lo que vemos que pasa en nuestro país día a día”.

Esa sensibilidad por las problemáticas sociales es una de las características comunes que podemos encontrar en las distintas expresiones juveniles, independientemente del partido político al que representen, ya que la mayor cercanía con las problemáticas sociales es una de las cualidades fundamentales que edifican su identidad.

Desde el ámbito gremial, Diego Anro y Cynthia Mendoza, referentes juveniles de APUBA expresan: “Consideramos que la participación juvenil en los sindicatos viene creciendo  en los últimos años, entendemos que somos parte de un proceso de renovación sindical sumergidos en los nuevos modelos de sindicatos que se debe adaptar a los nuevos tiempos que corren”.

En este punto puede radicar la explicación de distintos procesos históricos donde los jóvenes fueron protagonistas destacados.

Un lugar para la toma de decisiones

El protagonismo de los jóvenes en la política argentina y en los procesos educativos no se ha visto reflejado en un cogobierno de las casas de altos estudios de todo el país. Los jóvenes siguen reclamando mayor participación en la toma de decisiones.

Al respecto, Brenda Marcilio, presidenta del Centro de Estudiantes de la Universidad de Hurlingham se manifestó en sintonía: “Creo que es vital que los estudiantes tengamos participación activa en las decisiones de la Política Educativa, primero porque somos parte del Sistema educativo por lo tanto es imposible hablar de una educación democrática si no estamos incluidos.”

Los desafíos del porvenir

A la hora de pensar el futuro del movimiento estudiantil, la presidenta del Centro de Estudiantes de Psicología, Musicoterapia y Terapia Ocupacional (CEP) de la UBA, Mariana Gottardo manifestó: “Debemos bregar no solo por defender los derechos conquistados, sino por profundizar el modelo de educación que queremos y dar la pelea por el boleto educativo, por becas de estudio, por mejores condiciones edilicias y  por una educación de calidad”.

La presidenta del Centro de Estudiantes de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, Romina Ríos, también se refirió a los desafíos de la política en la universidad: “Considero que otro desafío central es entender a la política como una herramienta transformadora y que es solamente a través de ella que se puede cambiar y transformar las realidades”.

La clave para el futuro según los entrevistados es avanzar en una mayor organización: “El principal desafío tiene que ver con poder cambiar la universidad por una que sea popular, de calidad y feminista. Popular porque son muchos los que hoy no pueden ingresar ni siquiera a la universidad y otros tantos los que lamentablemente terminan abandonando. Para lograr eso sin lugar a duda necesitamos mayores niveles de organización y unidad de nuestra parte. Pero también es importante que las autoridades que hoy toman las decisiones nos escuchen y seamos incorporados a poder opinar y llevar adelante el funcionamiento de la educación pública”, expresó el presidente del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, Lucas Tavolaro.