“Hace años se pide la intervención de un partido que está cristalizado, la derrota siempre lleva a la reestructuración de los partidos”, señaló ayer el ex funcionario de Carlos Menem y dirigente justicialista, Julio Bárbaro, al confirmar que trabajará con el interventor del Partido Justicialista (PJ), el sindicalista Luis Barrionuevo. “Yo colaboro cuando me convocan, no cuando me expulsan”, justificó Bárbaro su decisión y agregó que “nadie puede dejar la misma conducción de la derrota para soñar con un triunfo; es absurdo”. Barrionuevo fue designado la semana pasada por la jueza María Romilda Servini de Cubría al decidir la intervención del partido haciendo lugar a una denuncia presentada por aliados del sindicalista. “(El presidente desplazado del PJ, José Luis) Gioja era patético, me daba mucha vergüenza. Es un oficialista crónico: aplaudió a Menem, a Kirchner, y después de esas dos experiencias es un aplaudidor, y eso no le sirve a la política”. Bárbaro aseguró que el justicialismo tenía que “construir la alternativa democrática al Gobierno, no soñar con que estalle: ese es el lugar de una izquierda revolucionaria que el peronismo no debe ser”.