Cinco empresas de low cost (bajo costo) buscarán hoy ingresar al mercado aerocomercial argentino. Durante una audiencia pública que se realizará desde las 9 en el Teatro de la Rivera (Barrio de La Boca), American Jet, Andes, Alas del Sur, Avianca y Flybondi solicitarán que se les habilite un importante número de rutas de cabotaje e internacionales para operar bajo esta modalidad, en un paso clave a la desregulación del negocio aerocomercial argentino. Se trata de rutas que ya opera Aerolíneas Argentinas, con lo cual generará una competencia desleal para la línea de bandera, lo que motivó el alejamiento de su presidenta Isela Costantini. American Jet como Andes son firmas que ya operan y pretenden expandirse, pero Avianca, Flybondi y Alas del Sur que no cuentan con la espalda financiera, permisos y estructura para hacerse cargo de la operatoria, aunque en algunos casos cuentan con padrinazgo por parte de funcionarios del gobierno y del propio Presidente. 

En un audiencia no vinculante, con más de ochenta inscriptos, se presentarán hoy referentes gremiales y de la actividad aerocomercial para discutir las condiciones en las que estas empresas harán su desembarco o expandirán su negocio. Los principales cuestionamientos son por las ventajas que se les entregarían para operar rutas que ya ofrece Aerolíneas. En su mayoría, proyectan operar con cabecera en el interior del país (Tucumán, Córdoba, Neuquén y Rosario) y una en el conurbano bonaerense (aeropuerto de El Palomar). En esta audiencia no se analizarán los pedidos de otras empresas, como LAN para operar mediante cabeceras y conexiones en otros países para ofrecer servicios de código compartido. 

El titular de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, el ex CEO de LAN Gustavo Lopetegui, junto con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, encabezaron la propuesta de promover y allanar el camino para el arribo de las líneas de low cost al país y los acuerdos de código compartido. En los papeles, quien impulsa la negociación es Carlos Colunga, vicepresidente de Avian Líneas Aéreas, la subsidiara de Avianca. También dirigió Mac-Air, firma de Franco Macri que fue vendida a Avianca. Un detalle de la configuración de algunas de estas empresas permite entender los intereses y los acuerdos implícitos detrás de este negocio, que dejará en una situación de extrema vulnerabilidad a la línea de bandera.  

Avianca. Esta operará bajo el nombre Avian Líneas Aéreas SA, que es la sucesora de la empresa Macair. “La firma no cuenta actualmente con permisos para efectuar vuelos regulares y espera conseguirlos a partir de la realización de la próxima audiencia pública”, según explicaron fuentes del sector.  Macair era una empresa de la familia del presidente Mauricio Macri, que el mandatario incluso condujo en los 90, y significa “Macri Airlines”. Esa empresa tuvo como accionistas a Sideco y Socma y a Carlos Colunga, como CEO y asesor en temas aeronáuticos. El 31 de octubre de 2016 se transfirieron las acciones bajo el control formal de los accionistas de Avianca. En ningún momento trascendió el valor por la cual se hizo la transferencia de las acciones. El Secretario Legal y Técnico de la Nación, Pablo Clusellas, continúa apareciendo como apoderado de MACAIR y su continuadora Avian Líneas Aéreas en gestiones administrativas y asuntos judiciales. 

Flybondi. El modelo de negocios que pretende aplicar no es inédito en la Argentina. Se asemeja a la estructura operativa que utilizaba LAPA en los noventa. Las rutas fueron solicitadas por FB Líneas Aéreas, cuyas acciones pertenecen en un 98 por ciento a la firma Flybondi SA. Esta empresa se creó el 22 de septiembre de este año y solicitó operar 99 rutas aéreas regulares nacionales e internacionales. La firma no cuenta actualmente con aviones y su capital social equivale a 6000 dólares (96.000 pesos). Flybondi cuenta con dos dueños. El primero es el francés Richard Guy Gluzman, de estrechos lazos con el secretario de Coordinación Institucional de Jefatura de Gabinete, Mario Quintana. Quintana, quien tiene formalmente a su cargo las cuestiones relacionadas con el fondeo de Aerolíneas Argentinas y del transporte aéreo en general. Quintana se había desempeñado como presidente de Pegasus Argentina, mientras Gluzman fue el vicepresidente. Esta fórmula se repitió con la empresa Enflex SA y se invirtió para Entertainment SA. 

El otro dueño de Flaybondi es Gastón Parisier, quien tiene otros emprendimientos comerciales como la firma BigBox (de regalos empresariales), en donde tiene como socio a Lucas Werthein. Werthein, además de pertenecer a la familia que conduce el holding, se desempeña como asesor del directorio del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA), presidido por Patricio Di Stéfano y que se ocupa de regular los aeropuertos por los que pretenden circular las aeronaves de Flaybondi.

Alas del Sur. Esta también es una nueva empresa que no tiene rutas ni aviones. A la hora de solicitar los servicios regulares a la ANAC acompañó una oferta para alquilar dos aviones, pero su capital social no le alcanza para pagar 15 días de alquiler. También pidió casi todos los destinos que opera Aerolíneas Argentinas, incluyendo Miami, Barcelona, Roma. Además, solicitaron rutas para volar regularmente a Los Ángeles y a Shanghai.

El titular de la empresa de taxis aéreos se llama Damián Toscano y su mamá fue incluida como socia en el proyecto. La sede de la empresa está en un departamento en avenida. Carabobo y Ramón Falcón en el Barrio de Flores. El proyecto asegura comprometer unos 100 millones de dólares a partir del respaldo de capitales chino. Dentro de los destinos nacionales no se incluye a Rosario. La apuesta para el año próximo es despegar en cabotaje, desde Córdoba, con vuelos hacia Mendoza, Buenos Aires, Neuquén e Iguazú.

La preocupación de los trabajadores de Aerolíneas es que estos proyectos luego pueden ser adquiridos por otros grandes operadores extranjeros, los verdaderos interesados, que ahora no obtendrían rutas por temas de compatibilidad.