“La verdad, sinceramente, no queda bien que diga que se cagó. Pero eso fue lo que pasó. Le pesó la responsabilidad de darse cuenta que estaba a punto de hacer el gol, que lo iba a llevar a él y a Argentina a la inmortalidad como campeón del mundo”, apuntó Basile en el libro Generación Lio, de los periodistas Héctor Laurada y Julio Martínez, editado por Al Arco. Basile consideró que el ex River fue el jugador que quedó “más marcado para la gente” por la frustración de perder la final en 2014.